Productivos generales | |
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Condiciones de manejo: | En la actualidad pertenecen a esta raza los ejemplares que se utilizan en las tareas que se llevan a cabo en las Reservas Científicas (trabajo con el ganado equino y vacuno, toma de datos científicos en lugares encharcados, de imposible acceso por otros medios), habiéndose constatado lo que ya se sabía de antiguo: que una vez domados son dóciles y pueden ser montados sin problemas especiales. |
Todos los años los caballos se capturan para “tusarlos”, práctica tradicional de esquilado de cola y crines, aunque la finalidad principal de las capturas es la de identificar y marcar a los potros y eliminar los excedentes, ya que el Plan de Aprovechamiento Ganadero del Parque Nacional de Doñana establece un máximo de carga pastante en cada finca, que no se puede superar. Las capturas se aprovechan también para obtener muestras de suero y sangre, que se vienen utilizando en estudios de control de filiación y otras investigaciones. Las capturas anuales se realizan en la época estival, tanto en la marisma (Reserva de Guadiamar) como en el monte (Reserva Biológica de Doñana), ya que en esta época es cuando la actividad biológica en Doñana está más ralentizada y el manejo del ganado produce menos disturbio en el medio. En la marisma de Guadiamar el ganado (caballos y vacas) se captura en el único punto de agua existente en la finca durante el verano, que se sitúa en el interior de los corrales de manejo, donde no tienen más remedio que acudir a beber cada día. En el monte existen numerosos puntos de agua durante todo el verano, por lo que no es posible basarse en ellos para realizar las capturas; se ha optado por capturarlos con trampas hechas con cancillas, construyendo con ellas corrales que se sitúan en los lugares que resultan querenciosos para cada tropa, cuando huyen por la presencia humana. Delante de estos corrales se sitúa un amplio embudo, construido asimismo con cancillas, de forma que una vez entran en él, van encaminados al corral en el que quedarán encerrados. De empujar a los animales hacia el embudo y el corral se encarga un grupo más o menos numeroso de caballistas, algunos de los cuales montan precisamente Caballos de las Retuertas de Doñana, domados. |