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El tabaco es una planta dicotiledónea que pertenece a la especie botánica Nicotiana tabacum L., de la familia de las solanáceas. Suele cultivarse como planta anual, si bien puede durar varios años.
Se adapta a una amplia variedad de suelos y climas, pues no presenta grandes exigencias edafo-climáticas, aunque su calidad depende fundamentalmente de las condiciones en las que se cultiva.
Los suelos más indicados para el tipo Virginia son los franco-arenosos y para los Burley E y F los franco-arcillosos y franco-limosos.
Tiene origen subtropical, por lo que las temperaturas y el riego son sus principales factores limitantes. Durante su desarrollo, entre los meses de mayo y octubre, requiere temperaturas medias entre los 15 y 30º C.
En España, se destina, casi en su totalidad, a la industria manufacturera de cigarrillos y cigarros, localizándose el cultivo en Extremadura, Andalucía, Castilla y León, Castilla la Mancha, Navarra y País Vasco. Tradicionalmente se han cultivado las siguientes variedades: Virginia (grupo I), Burley E (grupo II), Burley F, Havana (ambas grupo III) y Kentucky (grupo IV), si bien, desde 2009, ha desaparecido del panorama productivo nacional esta última variedad y, en 2013, por primera vez, no se ha contratado tabaco de la variedad Burley F, lo cuál responde a un proceso de adecuación varietal a las actuales orientaciones comerciales.
El sector del tabaco crudo, en 2013, supuso, el 0,15% de la producción de la rama agraria y el 0,26% de la producción vegetal, en España (datos Eurostat- Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación).
Se trata de un cultivo de poca relevancia a nivel nacional, pero de gran importancia socio económica en las comarcas en las que se concentra, fundamentalmente en el Norte de Cáceres.
El cultivo de tabaco en rama en España se concentra en Extremadura (95,38% en 2014), seguida de Andalucía (3,36%), Castilla y León (0,64%), Castilla la Mancha (0,42%), País Vasco (0,12%) y Navarra (0,08%).
El desacoplamiento del 40% de las ayudas al sector, en 2006, provocó una acentuada caída de superficie y producción de tabaco en España, de alrededor del 17% en ambos casos.
Hasta 2009, se mantienen estables ambos parámetros y suben, en 2009 y 2010, debido a un considerable incremento de los precios pagados por la industria de primera transformación. Sin embargo, en 2011 y 2012, la producción y la superficie sufren un pequeño descenso debido a una ligera disminución de los precios. Vuelve a repuntar ligeramente la producción en 2013, y la superficie en 2014.
El balance global de la reforma de 2004 (en vigor de 2006 a 2014) es de una disminución, de 2005 a 2014, del 15,90% de la superficie, el 15,47% de la contratación y el 19,76% de las entregas.
En 2014, la superficie de tabaco en rama se cifra en 10.177 ha y la producción en 32.233 toneladas, que suponen aumentos, respecto a 2013, del 5,89% y del 5,53%.
La UE-28 cuenta con 11 estados productores de tabaco crudo (Italia, Polonia, Bulgaria, Grecia, España, Francia, Croacia, Hungría, Alemania, Bélgica y Portugal), entre los que España ocupa el 5º lugar, tanto en superficie, como en volumen de producción. A nivel comunitario, al igual que a nivel nacional, se trata de un sector con poca importancia en el valor total de la producción agraria, pero con importancia local en los países de producción.
Según datos de la Comisión Europea, las entregas estimadas de tabaco crudo, en la UE-27 en la cosecha 2013, ascendieron a 200.512 t, cultivadas en 100.422 ha, lo que refleja un incremento del 1,72% y del 7,77% respecto a 2012.
Desde que las ayudas al sector comenzaron a desacoplarse en 2006, la superficie y producción de tabaco, en la UE, ha disminuido (de 2005 a 2013) un 23,46% y 41,98% respectivamente.
Se trata de un sector con alta integración vertical y horizontal:
Desde 2010 viene dándose una tendencia de descenso de las importaciones españolas de tabaco crudo (Código TARIC NC 2401), frente a un incremento en las exportaciones. En 2013 alcanzaron 17.168 y 29.372 toneladas, respectivamente (Fuente: Datacomex). Esto se debe al cierre de varias industrias cigarreras, en los últimos años, lo que ha reducido nuestras necesidades en cuanto a importaciones de hoja de tabaco.
El peso, sobre el total, de las importaciones/exportaciones intracomunitarias, en 2013, ha sido aproximadamente del 8,21% y 76,78%.
Por otro lado, en la UE-28 (deficitaria en tabaco crudo), se importaron, en 2013, 379.349 toneladas y se exportaron 101.150 toneladas (Fuente: Comext-EUROSTAT).
La reforma del régimen de ayudas comunitarias al tabaco crudo que se aprobó en 2004 y en vigor de 2006 a 2014 (recogida en el Reglamento 1782/2003 del Consejo), supuso un importante cambio en la manera de conceder los apoyos directos a este sector.
Comienza con dicha reforma un proceso de desacoplamiento de la prima por kilogramo de tabaco que culmina, en 2010, con el desacoplamiento total de la misma. Se dan, en el proceso, dos períodos diferenciados:
La regulación y apoyos al sector dentro del primer pilar de la PAC, a partir de 2015, se sitúan en tres ámbitos según se recoge a continuación:
Ayuda acoplada: Tras la reforma de la PAC aprobada en diciembre de 2013, desaparece la posibilidad de ayudas asociadas a este cultivo, pues no se incluye dentro del listado de sectores admisibles para aplicar la ayuda asociada voluntaria (artículo 52 de dicho Reglamento).
Ayuda desacoplada (pago básico): Para el cálculo de los derechos de pago básico de los tabaqueros, se incluirá el montante de 2014 correspondiente a la ayuda a la calidad (según permite el artículo 26.6 del Reglamento).
Ver enlace.
Se hace en virtud del Reglamento 2095/2005 del Consejo. A nivel nacional, se ha regulado en el Real Decreto 969/2014, de 21 de noviembre, por el que se regula el reconocimiento de las organizaciones de productores, la extensión de las normas, las relaciones contractuales y la comunicación de información en el sector del tabaco crudo, para dar cumplimiento a las disposiciones de ese Reglamento.