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La captación de agua para regadío puede ser de diversa índole en función del origen del recurso empleado:
Azudes de derivación y captaciones fluviales: Los azudes permiten conseguir una ligera elevación de la lámina de agua en los ríos para facilitar su derivación hacia canales de riego en las vegas de los grandes ríos. Para la obtención de caudales de menor cuantía se suele disponer de otro tipo de estructura de captación en los cauces, fundamentalmente estaciones de bombeo, tomas directas o pozos marginales, en general de uso privado.
Pozos: Muchos regadíos particulares se alimentan de manantiales naturales y pozos. Según el Libro Blanco del Agua se estiman más de un millón de pozos y captaciones para el aprovechamiento de las aguas subterráneas.
Embalse, balsa, depósito: El objetivo principal de estos elementos en un sistema de riego es equilibrar la oferta con la demanda de agua.
Se denomina embalse a la acumulación de agua producida por una obstrucción en el lecho de un río ó arroyo que cierra parcial o totalmente su cauce. La obstrucción del cauce puede ocurrir por causas naturales y por obras construidas por el hombre para tal fin, como son las presas.
La Balsa de agua es una obra hidráulica consistente en una estructura artificial destinada al almacenamiento de agua situada fuera del cauce y delimitada, total o parcialmente, por un dique de retención.
Los depósitos ó tanques de agua son un elemento en de riego, para compensar las variaciones horarias de la demanda de agua y para generar presiones por cota en la red.
EDAR (estación depuradora de aguas residuales) también llamada planta de depuración o planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) tiene el objetivo genérico de conseguir, a partir de aguas negras ó un agua efluente de mejores características de calidad de acuerdo a parámetros normalizados.
La incorporación de aguas regeneradas como recurso hídrico complementario para el regadío permite minimizar los problemas de presión sobre las masas de agua, los impactos ambientales indeseables en las costas (en el mediterráneo y especialmente en las islas Baleares y Canarias) y aprovechar grandes caudales de agua residual, producto del desarrollo turístico, que era vertido al mar tras su depuración.
Las conducciones de transporte son las infraestructuras hidráulicas que enlazan la fuente de suministro de agua con la zona regable. En los riegos tradicionales, por la magnitud de los caudales requeridos, suelen estar constituidas por canales abiertos sin revestir o con revestimientos superficiales para mejorar su capacidad de transporte y su impermeabilidad. Los canales a veces son sustituidos por tuberías, siendo los materiales mayoritariamente empleados el hormigón armado con camisa de chapa, el PRFV, y en menor medida la fundición dúctil.
Las redes de distribución permiten situar el agua en cada parcela. Normalmente son a presión, y se caracterizan por un trazado ramificado arborescente y dimensionamiento telescópico, disminuyendo de sección hacia aguas abajo. Los materiales más usuales en los regadíos modernizados son el PRFV, el PVC y el polietileno.
Sistema de impulsión: Cuando el agua no llega con suficiente presión al lugar donde se aplica el riego se emplean sistemas de impulsión de agua o equipos de impulsión de agua. Estos equipos pueden impulsar el agua ya sea desde fuentes de agua superficiales o fuentes de agua subterráneas hacia el sector donde será aplicado el riego. Para ello se emplean las bombas de riego normalmente accionadas por motores eléctricos, o motores de combustión (gasolina o diesel) cuando no se dispone de electricidad.
Es un depósito para almacenar agua, mediante el desmonte y terraplen convenientemente compactado (movimiento de tierras), con taludes exteriores(1:1) e interiores (>2,5:1), sobre el que pueden revestirse con impermeabilización artificial, acompañándolo de estructuras funcionales y complementarias para capacitarlo.
El equipo de filtrado es importante para dotar de agua limpia a los sistemas de riego presurizado para evitar posibles obturaciones. Las partículas transportadas en el agua a tratar son retenidas por un medio filtrante, sea éste un depósito de sedimentación, una malla o tela, una grava, o un anillo. Los filtros se seleccionan, en función del grado de exigencia del método de aplicación del riego, por el grado de filtración, capacidad de filtración, etc.
La modernización de los regadíos supone con frecuencia la adopción de sistemas de aplicación de riego que requieren dotar al agua de presiones y por tanto suponen un consumo energético. Además, la incorporación de aguas procedentes de fuentes no convencionales para riego (reutilización y desalación) agravan los costes y las necesidades energéticas del sector.
Al incremento del consumo energético, hay que añadir el aumento de los precios de la energía para los regantes, resultado de la desaparición de las tarifas especiales para riego, y la liberación del mercado eléctrico.
Por todo ello se hace necesario aplicar criterios de eficiencia energética, técnica y económica en el diseño conjunto de los sistemas empleados en la modernización de regadíos, mediante la sectorización de las redes de riego en función de la cota y sistemas de riego empleados, implementación de modernos dispositivos de arranque en los grupos de bombeo, implementación de sistemas de automatización y control; todo ello mediante una gestión adecuada en la contratación y uso de las tarifas eléctricas además de incluir aquellas infraestructuras que permitan una fácil implantación posterior de instalaciones generadoras de energías renovables.
Conjunto de dispositivos de hardware y software utilizados para el control telecomandado de redes de riego geográficamente distribuidos, según parámetros predefinidos o decisiones del usuario. Realiza la adquisición y monitorización continua de variables de proceso, la ejecución de operaciones, cambios de consignas y paros de emergencia, entre otros.
Incluye todos los elementos que un fabricante requiere para asegurar su funcionamiento, garantizando la capacidad de supervisión, y almacenamiento de datos y parámetros de explotación.
Se compone habitualmente de:
4ª EDICIÓN DEL PROGRAMA DE FORMADOR DE FORMADORES EN BUENAS PRÁCTICAS AGRARIAS EN LA AGRICULTURA DE REGADÍO EN EL MARCO DEL PLAN DE RECUPERACIÓN, TRANSFORMACIÓN Y RESILENCIA (PRTR)
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