Los canales cortos de comercialización reducen el número de intermediarios entre la producción y el consumidor (la Estrategia considera un máximo de un intermediario). Al acortarse la cadena de distribución, se contribuye a reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos al ser necesaria una menor manipulación de los alimentos, por disminuir el tiempo que deben mantenerse en condiciones controladas y por conservarse durante más tiempo una vez llegan a los hogares.
Se trata de un modelo de comercialización en alza que debe adaptarse a las necesidades y exigencias cambiantes de nuestra sociedad, contribuyendo a un consumo responsable y respetuoso con el medio ambiente.
Existen distintos modelos de canales cortos, entre los que se destacan la venta online a través de internet, ya sea de productores individuales o a través de plataformas de venta conjunta, la venta directa en la explotación o en tiendas propias, los mercados, los grupos de consumo, la distribución en tiendas locales...
En la web del Observatorio de Precios de los Alimentos encontrarás información sobre los precios semanales de muchos productos en origen, merca y destino, así como ejemplos de formación de precios a lo largo de la cadena alimentaria.