Este puente de origen medieval fue construido entre los siglos XIV y XV con piedra, formando dos arcos asimétricos, estando el de mayor tamaño reforzado con dos contrafuertes, uno de ellos semicónico.
Se alza sobre el arroyo de Canencia, apenas a 50 metros de la unión de éste con el arroyo Ortigal. Por él discurría la cañada que llegaba hasta Segovia, y hasta 1991 se podía transitar con vehículos.