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La calidad de las aguas puede valorarse a través de las comunidades biológicas que albergan. Dichas comunidades se ven alteradas
por la actividad humana y la contaminación asociada a dicha actividad. El estudio de la flora y fauna encontradas en un ecosistema
acuático, frente a la fauna y flora esperada, permite medir la situación del ecosistema respecto a la contaminación.
Los indicadores biológicos seleccionados proceden del estudio de los elementos de calidad biológicos previstos
en la evaluación del estado ecológico en la Directiva Marco del Agua 2000/60/CE (DMA), y de los índices seleccionados para
cada tipología en el RDSE, ya que se trata de información estudiada periódicamente por medio de análisis estandarizados que
permiten la obtención de datos anuales y de calidad.
En el caso de las aguas superficiales continentales ríos, el indicador va a configurarse a partir de los datos
de fitobentos y macroinvertebrados bentónicos, evaluados acorde a lo establecido en el RDSE para cada tipología.
En el caso de ambos grupos taxonómicos, se contempla el uso de distintos índices según la tipología de río en
la que se estudia. Pese a sus diferentes enfoques, los índices previstos evalúan la situación del río respecto a una presión,
puntuando cada taxón encontrado en función de su capacidad para tolerarla. Cuanto mayor sea la diversidad taxonómica del tramo
a estudiar y haya mayor número de taxones intolerantes a la presión, el tramo estará en una mejor situación ambiental.
Para elaborar las gráficas de situación en ríos a través del fitobentos, se ha tenido en cuenta si los índices
aplicados a los análisis de fitobentos superan el límite establecido en el RDSE, entre el estado bueno y moderado para cada
tipología de río, o no lo superan. Además, las tipologías sin límite legal establecido se han registrado como “Sin Valoración”.
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