En septiembre de 2021, la Comisión Europea presentó una evaluación preliminar de impacto de una iniciativa regulatoria para las nuevas técnicas de mejora genética. Con la iniciativa pretende revisar el marco legal de las plantas obtenidas mediante mutagénesis dirigida y cisgénesis, para mantener un alto nivel de protección para la salud y el medio ambiente, permitir la innovación en el sector agroalimentario y contribuir a la consecución de los objetivos del Pacto Verde y la Estrategia de la Granja a la Mesa.
La mutagénesis dirigida es un término genérico utilizado para describir nuevas técnicas de mutagénesis, que introducen una mutación o mutaciones en localizaciones seleccionadas y dirigidas del genoma. Entre las técnicas que se engloban en este término está la mutagénesis por nucleasas dirigidas al sitio (SDN, por sus siglas en inglés “Site-Directed Nucleases”). Un ejemplo de estas enzimas, son las tecnologías CRISPR-Cas 9. Este tipo de técnicas se han clasificado en tres grupos
SDN-1: introducen pequeñas mutaciones en una localización específica del genoma, mediante la ruptura de la doble cadena de ADN, seguida de un proceso de reparación celular que resulta en pequeñas inserciones y deleciones en la secuencia genética.
SDN-2: introducen pequeñas mutaciones en lugar específico del genoma, pero la diferencia con la anteriores es que en este caso se introduce una molécula de ADN para guiar la reparación celular y obtener las modificaciones deseadas.
SDN-3: introducen una mutación en un lugar específico del genoma, pero en este caso gracias a la introducción de material genético exógeno. Si el material genético procede de un organismo donante que es sexualmente compatible con el organismo receptor, el proceso se conoce como cisgénesis o intragénesis. En el caso contrario se habla de transgénesis. La principal diferencia entre la intragénesis y la cisgénesis es que en la primera el material genético se introduce reorganizado, por ejemplo mediante la combinación de la secuencia codificante con promotores o terminadores de otros genes.
En la hoja de ruta, adoptada por la Comisión, se ha incluido una consulta pública para el segundo trimestre de 2022. Finalmente, en el segundo trimestre de 2023, se ha previsto la adopción de una propuesta por parte de la Comisión, que irá acompañada de la correspondiente evaluación de impacto.