- - - - - - - -
¡AVISO IMPORTANTE!
Con motivo de las obras del proyecto de mejora del tramo comprendido entre el Baño de la Cava y la Vega Baja en el entorno del Campus de la Fábrica de Armas de la Universidad de Castilla-La Mancha que está ejecutando el Ayuntamiento de Toledo, esta etapa presenta un corte al paso de peatones y ciclistas. Se ha establecido un itinerario alternativo por el paseo del Cristo de la Vega hasta la rotonda de la puerta de Sabatini del campus universitario y la calle San Pedro el Verde. Se avisará oportunamente de los cambios que pudiera haber en esta situación.
- - - - - - - -
Durante esta etapa se abandona la Ciudad Imperial en dirección a la cercana localidad de Albarreal de Tajo, donde se podrá admirar el Santuario de Nuestra Señora de la Macarena. El camino va discurriendo entre suaves colinas en las que los olivos y el cereal le dan preciosos matices al paisaje en cualquier época del año.La salida de la Ciudad Imperial se realiza por la zona comprendida entre los puentes de San Martín y de la Cava, que se franquea por debajo continuando por un bonito paseo fluvial. El camino se encarrila por antiguos talleres hoy acondicionados como zona de esparcimiento y paseo. En alguno de los edificios se han habilitado pasarelas situadas literalmente sobre el propio cauce del río Tajo y se encuentran rincones con historia junto al río, como el puente de los Polvorines emplazado a la salida de Toledo.
A dos kilómetros, el camino se encuentra con una carretera en la que se indica que se ha de seguir hacia la izquierda, en dirección hacia el acceso a la CM-40. Antes de alcanzar esta zona se atraviesan tres rotondas. En la primera se debe tomar la segunda salida, pasando junto a la estación depuradora de aguas residuales de Toledo.
En la segunda rotonda se toma de nuevo la segunda salida, pasando por un puente que supera la CM-40 y, finalmente, en la tercera rotonda se abandona el asfalto por la primera salida, donde se encuentra una pista en la que una señal indica “camino de Albarreal”.
El camino transcurre junto a una cantera, bastante frecuentada por camiones dedicados a labores mineras pero cuyo tramo compartido apenas llega a los tres kilómetros. La señalización de la senda impide cualquier posibilidad de equivocación e indica la dirección hacia La Vega de la Cruz.
Este tramo avanza entre fincas privadas con grandes superficies que suelen estar cercadas y señalizadas como cotos de caza privados. De hecho es posible que durante el paso por esta zona se escuchen los disparos. Otro aspecto peculiar que tiene esta etapa del camino natural es que durante unos cinco kilómetros comparte vía de peregrinación hacia Santiago, ya que el camino de Santiago (GR 239) discurre por aquí. No se debe de dejar de saludar a aquellos peregrinos con el clásico ¡Buen camino!
La senda sortea grandes fincas como Bergonza, las Viznagas o la Vega de la Cruz. Antes de llegar a esta última la etapa asciende por una pequeña colina, en la que se sitúa un precioso mirador, además de varias mesas de picnic para hacer un merecido alto en el camino.
El trayecto sigue rodeando los campos de cultivo de la Vega de la Cruz por su extremo suroeste, pudiendo contemplar su capilla y sus cuidados olivares. Un viraje en el camino hacia el oeste lleva a cruzar el río Guadarrama sobre un estrecho pero firme puente. Desde aquí empieza un ligero ascenso entre las suaves colinas de la zona, aprovechadas para el cultivo de cereal.
El ascenso se acerca poco a poco al Santuario de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena, que se yergue imponente sobre la línea del horizonte, sobre campos de olivos y cereal en los que se mezclan al final del verano los tonos amarillos, grises y ocres. La última subida conduce al pie del santuario, que se podrá observar de cerca y en el que además se encuentra un panel informativo.
Desde esta fabulosa atalaya se observa el final de la etapa, de la que resta realizar una bajada directa hacia el pueblo de Albarreal de Tajo por su acceso sur. Nada más llegar al pueblo se puede reposar en su zona de descanso junto a un parque infantil y reponer fuerzas en las fuentes del pueblo.
El origen del nombre parece proceder del término celta “albiga”, aunque en el siglo XI, cuando Alfonso VI donó el núcleo al Monasterio de San Servando de Toledo, se llamaba Albalat, que en árabe significa "el camino". En el siglo XVI cambió su nombre a Albarreal y también a Alcalá del Río; teniendo entonces 55 vecinos que vivían en casas de tierra. En el siglo XVII se le concedió el título de villa, cambiándole su anterior nombre por el de Alba Real, de acuerdo con el título de sus nuevos señores, condes de Alba Real.
Se puede visitar en el pueblo la iglesia parroquial de la Asunción, así como su pequeño casco urbano salpicado de pequeñas casas encaladas. Las fiestas del pueblo se realizan el 27, 28 y 29 de agosto, para celebrar San Agustín.