La directora general de Desarrollo Rural, Innovación y Política Forestal, Isabel Bombal, ha inaugurado hoy en la sede del Departamento la jornada técnica sobre “Nuevas tecnologías en agricultura de regadío”.
En su intervención, ha destacado que se trata de la primera jornada de estas características que se celebra en el marco de la nueva estructura del Ministerio, dentro de la cual se ha constituido una nueva subdirección general dedicada a abordar los aspectos relativos a la innovación y la digitalización de todo el sector agroalimentario, el sector forestal y el medio rural.
En este contexto, ha animado a todos los participantes de esta jornada a colaborar e incorporar técnicas y prácticas innovadoras en el sector del regadío, que contribuyan a optimizar la producción y el uso eficiente del agua y la energía en este sector. Para ello, ha resaltado la importancia de las herramientas que actualmente desarrolla el Ministerio para conseguir este objetivo, entre ellas el apoyo a la innovación a través de grupos operativos y proyectos innovadores del Programa Nacional de Desarrollo Rural y la futura elaboración de una Agenda de digitalización para el sector agroalimentario, forestal y del medio rural.
En su intervención, la directora ha recordado la importancia del regadío en España, y su contribución a la generación de empleo y actividad económica en el medio rural, destacando que las inversiones en regadíos contribuyen a una mayor eficacia y eficiencia energética e hídrica y a al mantenimiento de las poblaciones locales y la conservación del paisaje.
Actualmente la superficie regable en España es superior a las 3,7 M de Ha, lo que representa casi un 22% de toda la superficie cultivada. Las inversiones del Ministerio en modernización de regadíos van acompañados de un apoyo al cambio tecnológico de los sistemas de riego, apostando por una mayor tecnificación.
La celebración de esta jornada tenía como objetivo abordar las nuevas herramientas y tecnologías que contribuyen a desarrollar y promover sistemas de cultivo más eficientes en función de la orografía del terreno, del tipo de suelo, de las necesidades de fertilizantes, agua y fitosanitarios, permitiendo así alcanzar una agricultura de precisión, que resulta más competitiva y más respetuosa con la protección y conservación del medio ambiente.