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En el marco del Programa de Caminos Naturales que desarrolla el Departamento
03/05/2018
Las obras, financiadas y dirigidas por el Ministerio dentro del Programa de Caminos Naturales, han contado con un presupuesto de 689.508,64 euros
Con esta segunda fase de las obras del “Camino Natural del Matarraña-Algars”, el itinerario cuenta con unos 69,2 nuevos kilómetros, que se unen a los 68 ya acondicionados desde noviembre de 2015
El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha puesto en servicio las obras de la segunda fase del “Camino Natural del Matarraña-Algars”, que discurre de forma casi íntegra en la comarca zaragozana de Bajo Aragón-Caspe. Así, se ha acondicionado como Camino Natural un itinerario cuya longitud es de 69,2 km, correspondiente a cuatro de las trece etapas con que cuenta el proyecto global (cuya longitud total es de 197 km), y que discurre también por las provincias de Teruel y Tarragona siguiendo el recorrido de los ríos Matarraña y Algars.
En la primera fase de las obras, concluidas en noviembre de 2015, se acondicionaron como Camino Natural seis etapas, que suman 68 km y discurren casi íntegramente en la provincia de Teruel.
Las obras de esta nueva fase, han sido financiadas y dirigidas por el Ministerio a través de la Dirección General de Desarrollo Rural y Política Forestal, dentro del Programa de Caminos Naturales, y han contado con un presupuesto de 689.508,64 euros.
Este camino está incluido en el Programa Nacional de Desarrollo Rural (PNDR) para el periodo de programación 2014-2020, por lo que el 53% de la inversión está cofinanciado por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER), y el 47% restante por el propio Ministerio.
Las actuaciones más destacadas han sido la señalización orientativa e informativa del itinerario y el acondicionamiento de varios tramos, además de la construcción de varios badenes para el cruce de ambos ríos.
Por otra parte, está en marcha desde finales de septiembre de 2017, la tercera y última fase de las obras de este mismo itinerario en la provincia de Tarragona.
Este Camino Natural está promovido por la Asociación “Matarranya-Algars”, que agrupa a varios municipios de las comarcas del Matarraña, Bajo Aragón-Caspe y Terra Alta, en las provincias de Teruel, Zaragoza y Tarragona. En los tramos correspondientes a esta segunda fase ahora concluida el camino atraviesa los municipios zaragozanos de Maella, Fabara, Nonaspe, y Fayón.
ETAPAS SEGUNDA FASE
En esta segunda fase de las obras se incluyen las siguientes etapas:
· Etapa 7 (Maella-Fabara): los 10,2 km. que separan las poblaciones de Maella y Fabara se hacen por caminos que transcurren entre parcelas de olivos y vegetación de ribera. Al término de esta etapa se puede visitar el Mausoleo Romano de Fabara.
· Etapa 8 (Fabara-Nonaspe): el camino, al inicio de esta etapa, transcurre entre parcelas dedicadas al cultivo hortícola, para llegar por caminos forestales hasta la población de Nonaspe, 15,2 km después.
· Etapa 9 (Nonaspe-Fayón): esta etapa transcurre recorriendo los meandros del río Matarraña entre cortados de arenisca. Se llega a Fayón tras recorrer 22,8 km, donde se enlaza con el Camino Natural del Ebro (GR-99).
· Etapa 10 (Nonaspe-Caseres): en esta segunda fase de las obras se han acondicionado unos 21 km (entre Nonaspe y la ermita de Sant Joan) de los 35,80 km de que constará la etapa completa, que en la tercera fase llegará hasta la población tarraconense de Caseres.
El proyecto ofrece al usuario nuevas posibilidades de ocio y una forma de turismo alternativa y respetuosa con el entorno, educación ambiental e interpretación de la naturaleza, y promociona una herramienta para el ejercicio de actividades educativas y culturales que ayudan a una mayor integración y mejor conocimiento del entorno.
PROGRAMA DE CAMINIOS NATURALES
La obra cumple con los criterios del Programa de Caminos Naturales desarrollado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, y se une a los más de nueve mil kilómetros de Caminos Naturales construidos desde el año 1993.
Con ellos se contribuye a diversificar la actividad económica de la zona, potenciando la oferta turística, conservar los espacios naturales a través de la educación ambiental, preservando los recursos de la zona de influencia del Camino Natural. También se favorece la conservación del patrimonio cultural y tradicional, dotando de nuevas funcionalidades a infraestructuras abandonadas, permitiendo así el cuidado y transmisión del legado cultural de la zona.
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