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El mantenimiento del equilibrio hídrico es extremadamente importante, ya que pequeños cambios en el mismo pueden causar daños serios en el cerdo, siendo los mecanismos internos de regulación de la sed y de la orina altamente sensibles.
En líneas generales se puede decir que el contenido en agua en el organismo de un cerdo puede variar desde el 80% en el recién nacido, hasta el 50% en el cerdo adulto.
Con un consumo ad libitum de agua, un cerdo en la fase de cebo consume de 2,2 a 2,8 litros de agua por kg de materia seca ingerida, mientras que un lechón ingiere de 3 a 3,5 veces más de agua que de pienso. Respecto a las cerdas reproductoras son mucho más exigentes, especialmente si están en lactación, siendo su consumo medio de 4 a 4,5 l/kg MS.
Fase del ciclo productivo | Consumo de agua |
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Cerdas gestantes |
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Cerdas en lactación |
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Lechones en lactación |
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Lechones destetados y durante el cebo |
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Los bebederos de tetina o chupete son los más frecuentes en porcinocultura. Tienen la ventaja de su precio y son fáciles de mantener. Tienen también un gran inconveniente que es el gran despilfarro de agua. Aun así, son los más utilizados, excepto para los lechones recién nacidos.
Parece ser que el caudal de agua ideal para cerdos en crecimiento oscila entre 500-1.000 l/min y para las cerdas en lactación entre 1.000 y 2.000 l/min.
En todo caso, la práctica recomienda que los animales dispongan en todo momento del agua que necesiten.
Se recomienda llevar a cabo análisis periódicos de agua en la explotación. Generalmente suelen ir enfocados a controlar el TDS (total de sólidos disueltos). Si se alcanza un valor superior a 1.000 ppm es conveniente efectuar análisis secundarios.
Otros análisis a realizar son: conductividad, pH, dureza del agua, cloro, hierro, magnesio, sodio, manganeso, nitratos, nitritos, sulfatos, análisis microbiológicos.
Los principales efectos de la mala calidad del agua son los trastornos entéricos. Existen una serie de medidas encaminadas a introducir un cambio en la dieta, con el objeto de contrarrestar el exceso de sales en el agua como puede ser la disminución de sal en el pienso.
Quiles Sotillo, A., Hevia Méndez, Mª L. Producción porcina intensiva. Ed Agrícola Española.