El Gobierno adoptó en noviembre y diciembre de 2014 un paquete de medidas para compensar el efecto sobre las explotaciones de regadío de la subida de las tarifas eléctricas, con un impacto económico sobre los regantes estimado en 55 millones de € anuales. Estas medidas se han mantenido vigentes hasta la actualidad, por lo que son de aplicación para las declaraciones de 2020 y 2021, y suponen una reducción de la fiscalidad soportada por los regantes. Consisten en: