En esta página
La enfermedad vesicular porcina (EVP) es una enfermedad contagiosa de los cerdos causada por un enterovirus que se caracteriza por la aparición de vesículas en las bandas coronarias, en las pezuñas y, ocasionalmente, en los labios, la lengua, el hocico y pezones. La importancia crucial de la EVP es la imposibilidad de distinguirla clínicamente de la fiebre aftosa (FA).
Virus de la familia Picornaviridae, género Enterovirus.
Enfermedad de declaración obligatoria (Real Decreto 779/2023), (ver infografía)
Hospedadores: Suidos
Periodo de incubación: 2-7 días.
LNR: Laboratorio Central de Veterinaria de Algete
A nivel nacional destacamos:
Ley 8/2003 de sanidad animal.
Este manual práctico de operaciones contra la Enfermedad Vesicular Porcina, sirve como guía de trabajo a los Servicios Veterinarios Oficiales para poder ofrecer una respuesta rápida y eficaz en caso de sospecha y de confirmación de un foco de EVP, así como para luchar contra los vectores de enfermedad, y debe utilizarse junto con el Plan Coordinado Estatal de Alerta Sanitaria Veterinaria, así como con la normativa vigente en materia de Sanidad y Bienestar Animal en nuestro país.
La enfermedad se identificó por primera vez en 1966 en Italia, siendo en un principio considerada como Fiebre Aftosa por las lesiones que presentaban los animales. En 1971, se detectó en Hong-Kong. Entre 1972 y 1993 se detectaron brotes de EVP en Italia, Austria, Reino Unido, Francia, Polonia, Alemania, Suiza, Bélgica, Malta, España, Holanda y Japón.
La presencia de la enfermedad fue notificada en Portugal en el año 2007 y regularmente por Italia durante estos últimos años, único país del mundo en el que la EVP permanece de modo endémico.
Desde el año 2004 la infección ha cursado en Italia en su mayor parte sin síntomas clínicos aparentes, demostrándose la circulación del virus en las explotaciones del país exclusivamente mediante las técnicas serológicas y virológicas de diagnóstico de laboratorio. Ello indica que la vigilancia pasiva resulta insuficiente para la detección de esta enfermedad, siendo necesario llevar a cabo una adecuada vigilancia activa en los animales susceptibles de padecerla.
En España, la EVP se detectó por primera y única vez en 1993, afectando a tres explotaciones porcinas de las provincias de Lérida y Huesca, con relación epidemiológica demostrada con movimientos previos de lechones procedentes de Holanda, país en el que la enfermedad se había notificado previamente. Desde la erradicación de estos tres focos en 1993, España está considerada internacionalmente como libre de la enfermedad.
Actualmente la EVP ha sido eliminada de la lista de enfermedades de declaración obligatoria de la OIE, de conformidad con la Resolución 32 aprobada por la Asamblea Mundial de Delegados de la OIE durante la 82ª reunión general 25 - 30 de mayo de 2014. Sin embargo, en la UE y en España se mantiene dentro de las listas de declaración obligatoria, haciendo necesaria su notificación en caso de sospecha.
Actualmente la EVP ha sido eliminada de la lista de enfermedades de declaración obligatoria de la OIE, de conformidad con la Resolución 32 aprobada por la Asamblea Mundial de Delegados de la OIE durante la 82ª reunión general 25 - 30 de mayo de 2014. Sin embargo, en la UE y en España se mantiene dentro de las listas de enfermedades de declaración obligatoria, haciendo necesaria su notificación en caso de sospecha.
Así, la vigilancia de EVP a partir del año 2018 se basará exclusivamente en una vigilancia pasiva a través de la declaración obligatoria inmediata de cualquier sospecha de síntomas compatibles con la enfermedad tanto en cerdos como en jabalíes.