Etapa que discurre por cotas superiores a los 1.000 m, cresteando por los montes de Iturrieta, sierra de Entzia y sierra de Urbasa, con fabulosas vistas del entorno y particularmente de la Llanada Alavesa. La práctica totalidad del recorrido discurre por el ámbito de espacios naturales protegidos, con majestuosos hayedos y crestones, finalizando la etapa en pleno Parque Natural de Urbasa y Andía, en territorio navarro. Se atraviesan varias zonas de amplia tradición pastoral, debiendo destacar la Parzonería de Entzia, donde desde tiempos históricos se realiza un aprovechamiento comunal de pastos y bosques.
Esta etapa comienza en San Vicente de Arana, tomando una carretera asfaltada que asciende hacia el Norte. Pasa junto al cementerio y próximo a un parque donde se levanta el monumento al “Mayo”. Siguiendo la misma, se rebasa un paso canadiense e, inmediatamente, se toma un desvío a la izquierda, por un camino sin asfaltar, que asciende por las faldas del monte Bitigarra. Se recorren 1,5 km aproximadamente bajo las copas de un hayedo hasta la ermita de Santa Teodosia, desde donde se pueden contemplar bonitas vistas del valle de Arana. En torno a la ermita existe una campa con una zona de descanso, donde se reúnen cientos de personas en la romería de Santa Teodosia, celebrada durante el mes de septiembre. Cabe destacar la presencia de un enorme ejemplar de fresno (Fraxinus excelsior) catalogado como Árbol Singular, junto a la ermita.
El Camino continúa, ya por el municipio de Arraia-Maeztu, atravesando la campa hacia el Norte y tomando un camino forestal que se adentra de nuevo en un hayedo. Poco a poco, el hayedo irá dejando paso a otras formaciones boscosas menos exigentes, con quejigos (Quercus faginea), enebros (Juniperus sp.), espinos (Crataegus monogyna), encinas (Quercus ilex), etc., que salpican una zona de baja capacidad agrológica. Finalmente, el camino conecta con una pista agrícola que conduce hasta Roitegui, localidad asentada a orillas del barranco de Igoroin que, situada a unos 948 m de altitud, constituye la segunda localidad más alta de Araba. Fue Señorío de los Gaona, los Ayala, los Salvatierra y, por último, de los Porceles—Marqueses de Villa Alegre— y lugar importante por ser paso de caminos por los puertos de Opacua y Eguileor. En este núcleo cabe destacar la iglesia parroquial, dedicada a San Pedro, junto a la cual se levanta el frontón.
A las afueras de Roitegui, se debe tomar hacia el Norte una pista agrícola de grava que atraviesa una amplia vega de cultivos, en dirección hacia los montes de Iturrieta. Llegando al pie de estos, la pista corta con otra que habrá que seguir hacia la derecha, tomando enseguida un desvío a la izquierda; este es un camino irregular y pedregoso que asciende por la falda sur, durante unos dos kilómetros y 150 m de desnivel, hasta la arista de los montes de Iturrieta. El último tramo de ascenso discurre campo a través, siguiendo un cierre ganadero que es límite entre el municipio de Arraia-Maeztu y la Parzonería de Entzia. En el alto se corona la arista de los montes de Iturrieta, concretamente el pico Atxuri, donde se ubica un hito geodésico. Este punto constituye un mirador natural privilegiado, desde donde se puede contemplar la Llanada Alavesa hacia el Norte, situada al pie de los montes de Iturrieta, y, las sierras de Aralar y Aizkorri-Aratz al fondo, constituyendo el límite norte de la Llanada. También se puede contemplar el cordal de los montes de Iturrieta, por el cual continúa la Senda siguiendo por las sierras de Entzia y las de Urbasa y Andía, hacia el este. Junto con los montes de Vitoria, constituyen la alineación montañosa que hace de límite meridional de la Llanada Alavesa.
Desde Atxuri se salva el cierre ganadero y se continúa hacia el Este por la arista de los crestones calizos de los montes de Iturrieta, recorriendo la parte alta de la Parzonería de Entzia. La ruta discurre por un sendero de montaña que sigue la arista de la sierra, cruzando entre un mosaico de pastos, roquedos y hayas (Fagus sylvatica), por el puerto de Alangua. Tras unos dos kilómetros y un repecho final, se llega al pico Arrigorrista, desde el cual se desciende pronunciadamente a lo largo de 1,5 km por la espesura de un hayedo, hasta el Puerto Viejo y el puerto de Opagua, por donde cruza la carretera A-2128 que comunica la Llanada Alavesa con el valle de Arana.
Se debe cruzar la carretera A-2128 y continuar por un sendero que discurre por una plantación de falso ciprés de Lawson (Chamaecyparis lawsoniana), ascendiendo hacia la sierra de Entzia, continuación de los montes de Iturrieta hacia el Este. Tras la subida se alcanza la majada de Zalanportillo, amplia área de pastizal salpicada de chabolas o bordas de pastores y algunas hayas que sirven de cobijo a los rebaños que pastan en ella.
La Senda continúa por un sendero que sigue el cortado durante unos cinco kilómetros de ascensión por el puerto Vicuña, para llegar, al pico Ballo (1.197 m) y al pico Mirutegui (1.165 m), techo de esta etapa, con privilegiadas vistas hacia la Llanada Alavesa y su entorno.
Desde aquí se desciende unos 3,5 km, atravesando el raso Lagaire; es una amplísima zona de pastizales de montaña sobre el altiplano de la sierra de Entzia, que alimenta numerosas cabezas de ganado durante los meses de verano y otoño. Tras atravesar la rasa, se corta —en Cuartandi— una pista forestal de grava que habrá que seguir hacia la izquierda. Tras un ligero ascenso se adentra en una amplia masa de hayedo que sombrea los aproximadamente nueve kilómetros de suave descenso que restan hasta el final de la etapa. Después de recorrer los tres primeros kilómetros de hayedo, la senda pasa a territorio navarro, dejando atrás la provincia de Álava. Este tramo discurre por pistas forestales que, aunque ligeramente irregulares, permiten una marcha agradable, en comparación con los tramos de cresterío superados. En este tramo, además del hayedo mayoritario, también pueden observarse algunas plantaciones de falso ciprés de Lawson y pino albar (Pinus sp.). Medio kilómetro antes de llegar al final de etapa, el sendero abandona el hayedo y sale a la majada de Bidoiza, en la que se puede contemplar, al pie del camino, una chabola de pastores y la casa del guarda.
Finalmente se llega al final de la etapa en un camping, que cuenta con servicios de alojamiento (camping, bungalós o albergue) y restaurante para el senderista. El camping se sitúa en pleno Parque Natural de Urbasa y Andía, al pie de la carretera NA-718, punto de acceso principal del mismo. El alojamiento en el camping permitirá sentir la sensación de pernoctar en el monte, como lo hacen los pastores de estas sierras. Continuando la carretera NA-718 hacia el Norte, a 1,5 km del camping, se encuentra el centro de información del Parque, donde se podrá consultar todo tipo de información sobre el mismo.
Esta etapa resulta muy dura para realizar en bicicleta. La primera dificultad que se encontrará el ciclista será la subida a la ermita de Santa Teodosia, con rampas de mucha pendiente y pedregosidad, aunque cortas. El siguiente obstáculo será el último repecho durante el ascenso a los montes de Iturrieta, que va campo a través. Y, finalmente el más importante, toda la crestería de los montes de Iturrieta y la sierra de Entzia, que discurre por un sendero de montaña muy próximo a los cortados rocosos y con superficie muy irregular, debido a los afloramientos rocosos, lo que dificulta enormemente la circulación con bicicleta. En definitiva, una buena parte de la etapa presenta limitaciones importantes a la circulación en bicicleta.
Buena parte de esta etapa transcurre por tierras de la parzonería de Entzia. La “parzonería” es una figura de aprovechamiento mancomunado del monte, con origen en la Edad Media, que otorga a una serie de municipios y/o villas la propiedad y disfrute del mismo. Se trata de una figura propia del sur de Gipuzkoa y norte de Araba. El término se considera un localismo; la voz proviene del francés parçonier, que significa partícipe, y de ella ha derivado la palabra euskera partzuergo, que se refiere a cada uno de los partícipes en el sistema de aprovechamiento.
Su principal diferencia respecto a figuras similares, como las Comunidades de Villa, es que mientras en éstas las tierras compartidas tienen un mismo origen, es decir una villa o municipalidad posteriormente escindida en distintas entidades que conservaron sus derechos de propiedad y uso de la tierra, la parzonería es fruto de la unión de entidades independientes que, motivadas por distintos vínculos, generalmente de vecindad, emprenden el proceso de compra de diferentes montes.
La parzonería tiene dos vías económicas fundamentales, la explotación maderera y la ganadera. Se contabilizan un total de 4.000 ovejas lachas en su superficie, más 1.000 cabezas de ganado bovino y 400 de ganado equino. Parte de los bienes de las parzonerías son aprovechados directamente por los partzuergos, mientras que otros son destinados a la venta.
Aunque en teoría las tierras sujetas a la parzonería no se pueden dividir, en la práctica los partzuergos crean distintos lotes o porciones que se ajustan a los esfuerzos realizados por cada uno en la adquisición de los montes.
La Parzonería General de Entzia, que casi alcanza las 3.500 ha, está formada por los municipios de Salvatierra, San Millán, Aspárrena y Zalduondo y por los pueblos de San Vicente de Arana, Alda, Ullibarri, Arana, Contransa, Onraita y Roitegui.
Existen otras parzonerías como la de Entzia de Arriba, Apota-Ubarrundia, Iturrieta, Parzonería de Gipuzkoa Komuntxiki) o Parzoneria General de Gipuzkoa y Araba.
LA Zona Especial de Conservación y Lugar de Importancia Comunitaria, Entzia, es un espacio protegido continental de 9.931 ha de extensión, ubicado en Álava. Se trata de una altiplanicie que se eleva bruscamente entre la Llanada Alavesa y el valle de Arana, y continúa con los relieves montañosos navarros de la sierra de Urbasa, al este, y con los montes de Vitoria, al oeste. Los fenómenos kársticos afectan al gran paquete de calizas y dolomías de la porción superior, modelando una típica morfología de grietas, lapiaces, dolinas, etc.
La vegetación se caracteriza por la presencia de hayedos maduros, entre los que figuran algunos de los mejor conservados de la comunidad autónoma vasca, alternados con áreas de matorrales y pastos, así como por la presencia de vegetación ligada a roquedos, con algunas especies endémicas o amenazadas. Además, la sierra presenta pequeñas zonas húmedas —charcas y balsas— consideradas de interés herpetológico.