Utilizando el recorrido del antiguo ferrocarril Plasencia-Astorga (que forma parte del itinerario conocido como Vía de la Plata), este tramo del Camino Natural Vía de la Plata atraviesa la comarca del valle del Ambroz de sur a norte. El trayecto es testigo de la transición entre los pastos ganaderos y dehesas de las llanuras a los bosques caducifolios (robledal-melojar y algunos de los castañares más importantes de Cáceres) de las faldas de la montaña.
Durante todo el recorrido, el antiguo uso ferroviario del trazado estará bien presente: señales, mojones con la iconografía de RENFE, las ruinas de las casas de los peones, y, por supuesto, las estaciones que daban servicio a los municipios de la zona. El firme es compacto y de buen ancho durante todo el camino, y talanqueras de madera protegen al viajero en los lugares donde la pendiente a los lados de la plataforma pueda ser peligrosa. Las tres antiguas estaciones cuentan con un área de descanso y paneles informativos sobre el trayecto y su entorno. Como el resto de tramos de este camino, el itinerario discurre por la mencionada Vía de la Plata, ruta utilizada también como acceso al Camino de Santiago francés, al que se une en Astorga.
Este tramo comienza en el límite municipal entre Jarilla y Casas del Monte, el acceso a este punto puede hacerse desde un camino rural asfaltado que parte junto al km 447 de la carretera N-630. Tras 100 m por este trayecto, se toma una pista de tierra a mano derecha que llega hasta el camino natural. El inicio del camino se sitúa a 300 m al sur.
Los primeros kilómetros del camino discurren en un paisaje esencialmente agropecuario, entre olivares, dehesas y pastos para el ganado bovino y ovino. En este entorno, no resulta extraño comprobar que el Camino Natural es atravesado con frecuencia por caminos de acceso a fincas. Después de dos kilómetros los edificios van siendo cada vez más numerosos en las cercanías del camino, hasta que tras pasar bajo la carretera CC-15.3 (que da acceso a Casas del Monte) se llega a la antigua estación que daba servicio a la mencionada localidad. Alrededor de la estación se fue generando un nuevo barrio de Casas del Monte aunque de la infraestructura ferroviaria apenas queda un edificio en estado de ruina.
Tras abandonar la estación, el camino se estrecha momentáneamente en las trincheras excavadas para el ferrocarril, internándose en una mancha de robledal que después se transforma en un bosque de galería (fresnos, álamos, sauces) al llegar al puente sobre la Garganta Ancha. Doscientos metros después de cruzar el puente, un camino rural de buen ancho a mano derecha permite ascender hasta Casas del Monte. Durante los próximos kilómetros del Camino Natural el paisaje va a estar dominado por las dehesas de encinas, salpicadas de alcornoques y algunos fresnos trasmochos. La localidad de Segura de Toro (que toma su apellido de un toro vetón encontrado en el municipio y que en la actualidad está situado en la plaza Mayor) se puede ver a lo lejos, en la falda de la sierra de las Cruces Altas. De esta manera se alcanza el puente sobre la Garganta Grande (2 km desde el anterior puente), que se cruza de nuevo entre vegetación de ribera.
Algo menos de un kilómetro después de cruzar el arroyo, un camino rural a mano derecha permite llegar a Segura de Toro. Tanto esta población como Casas del Monte y Gargantilla comparten unas características similares, consecuencia de su situación en la falda de la montaña: un diseño urbano irregular con pintorescas calles estrechas y callejuelas, y la presencia de piscinas naturales construidas sobre los arroyos de montaña; lo que hace que sean muy interesantes de visitar en cualquier época del año.
El trayecto vuelve a la dehesa, retomando las trincheras ocasionalmente, y llega, justo después de pasar sobre el arroyo Montesinos, a la antigua estación de Aldeanueva del Camino. Tal como ocurriera en la estación de Casas de Montemayor, alrededor de esta también se fueron agrupando casas hasta formar un pequeño barrio, aunque en esta los vestigios del uso ferroviario son más abundantes, quedan más edificios en pie además del de viajeros, y aún pueden encontrarse algunas vías de ferrocarril en su situación original.
Justo a la salida de la estación se cruza la carretera CC-58, que comunica Aldeanueva del Camino con Segura de Toro y, por su variante CC-68, con Gargantilla. Conviene extremar las precauciones pues es una carretera con cierto tráfico (es la vía de acceso a la autovía A-66 desde estas localidades) y hay poca visibilidad por encontrarse entre dos curvas.
El trazado dibuja una curva para cambiar de dirección hacia el noreste, discurriendo en paralelo a la A-66 durante un par de kilómetros. Un cruce con un camino de cemento permite llegar a Gargantilla hacia la derecha y a Aldeanueva del Camino hacia la izquierda. Esta última localidad, famosa por la industria del pimentón, es atravesada longitudinalmente por la Vía de la Plata.
De camino hacia Hervás, la ruta va tomando altura de manera suave pero constante, mientras asciende por la ladera de la sierra de las Cruces Altas. Lo accidentado del terreno hace que el tránsito entre las paredes excavadas para el paso del tren sea algo más frecuente que en tramos anteriores. También la vegetación comienza a cambiar, con los melojos y carballos sustituyendo a las encinas y alcornoques.
Pasados 2 km desde el desvío a Gargantilla, el camino pasa sobre el arroyo Romanillo, entrando en una densa mancha de robledal. Tras este bosquete, se comienza a notar la cercanía de Hervás, casas de campo entre los pastos en un primer tramo, pasando entre huertos y finalmente las primeras construcciones del núcleo de población. Se accede al pueblo pasando sobre el río Gallego y posteriormente bajo la carretera CC-102, que une el valle del Ambroz con el valle del Jerte por el puerto de Honduras. Antes de llegar a la estación de Hervás, hay que cruzar la calle de la Vía con cierta precaución, ya que hay bastante circulación de coches a pesar de estar en las afueras de la localidad.
Al contrario que las otras dos estaciones que se han visitado durante el trayecto, la de Hervás se encuentra en un buen estado de conservación, ya que los edificios que la constituían han sido reformados para darles otros usos. Así, el edificio de viajeros funciona ahora como albergue y los edificios contiguos funcionan como Centro de Interpretación del Ferrocarril de Extremadura y como alojamiento rural. Además siguen existiendo vías férreas en su situación original, y se han puesto en valor otros elementos ferroviarios como los cambios de aguja o las toperas.
Hervás es el centro administrativo y comercial de la Mancomunidad del Valle del Ambroz, además de contar con un rico patrimonio histórico-artístico (el barrio judío, las iglesias de San Juan Bautista y Santa María, los museos Perez Comendador-Leroux y el de la moto y el coche clásico) y natural (salto de agua de la Chorrera, bosques de castaños); conviene pues dedicar unas horas a pasear por este pueblo antes de emprender de nuevo la ruta.
El camino deja atrás la estación encajonado entre paredes, pasando bajo un puente (calle Paraje de la Estación) y vuelve a abrirse para llegar, tras cruzar a nivel la calle Juan de la Plaza, a uno de los principales hitos de este tramo del Camino Natural: el viaducto sobre el río Ambroz, también llamado “puente de hierro”.
Se trata de un puente con un vano central metálico y arcos de sillería de granito a los lados, con una longitud total de 110 m que salva el río Ambroz. Antes de cruzar el puente, se pueden aprovechar los bancos de madera para hacer un alto mientras se disfrutan de las impresionantes vistas del valle del Ambroz, con el promontorio sobre el que se sitúa la iglesia de Santa María y la judería de Hervás en primer plano.
Tras cruzar el puente se van dejando atrás las últimas casas del pueblo, en un paisaje similar al de entrada: algunos huertos particulares y posteriormente extensiones de pastos para el ganado. Unos 600 m tras cruzar el río Ambroz se pasa bajo la carretera EX-205 y un kilómetro después se alcanza el río Balozano, afluente del Ambroz.
Aunque el camino nunca ha dejado de ir ascendiendo, a partir de este punto la pendiente es un poco más acusada por lo que los últimos kilómetros del Camino Natural requieren de un esfuerzo físico extra. Se encuentran acompañados continuamente por una talanquera de madera que protege al viajero de la pendiente peligrosa a su izquierda. Este esfuerzo extra tiene su recompensa con las impresionantes vistas, mirando hacia el suroeste, del valle del Ambroz, con el embalse de Baños y la población de Hervás presentes en primer término.
Este tramo del Camino Natural Vía de la Plata concluye a más de 770 m de altura, en el límite municipal entre Hervás y Baños de Montemayor, donde se inicia el tramo que cruza a Castilla y León, llegando a Béjar.
Al utilizar la antigua plataforma del ferrocarril y gracias a un firme bien compactado, el camino es altamente ciclable durante todo el recorrido, con un tramo con mayor dificultad por la pendiente (del 7%) en subida tras cruzar el puente sobre el río Balozano.
El valle del Ambroz se sitúa al norte de la provincia extremeña de Cáceres, limitando con la provincia de Salamanca. Con las estribaciones más occidentales de la sierra de Gredos como límite oriental, ofrece una gran diversidad paisajística entre estas elevaciones montañosas (alcanzando los 2000 m) y el fondo del valle (500 m), todo esto en distancias de poco más de 25 km.
El valle del Ambroz es tanto una comarca natural como una mancomunidad de municipios, compuesta por: Abadía, Aldeanueva del Camino, Baños de Montemayor, Casas del Monte, Garganta, Gargantilla, Hervás y Segura de Toro, siendo Hervás el centro administrativo y comercial de la mancomunidad.
Como paso natural para cruzar el Sistema Central por el oeste, por el valle del Ambroz han ido sucediéndose diferentes vías de comunicación a lo largo de la historia: calzada romana de Mérida a Astorga (Iter ab Emerita Asturicam), cordeles y cañadas como la Real Soriana Occidental y la Vizana, más tarde la vía de tren sobre la que actualmente discurre el Camino Natural Vía de la Plata, y en las últimas décadas, la carretera N-360 o la autovía A-66.
A lo largo de la historia muchas han sido las culturas que han dejado su huella en la comarca, los célticos vetones (toro de Segura de Toro), los romanos (La Granjuela, termas de Baños de Montemayor, calzada de Mérida a Astorga…) o los judíos (el barrio judío de Hervás fue declarado conjunto histórico artístico en 1969).
Este Camino Natural recupera para uso recreativo parte del trazado del ferrocarril Palazuelo-Astorga, puesto en servicio en todo su recorrido (347,5 km) en julio de 1896 (aunque hubo tramos inaugurados previamente) y cerrado al tráfico de viajeros desde el 1 de enero de 1985 en el tramo Plasencia-Astorga (330,8 km), conservándose en la actualidad el servicio ferroviario únicamente en los 16,7 km que unen la antigua estación de Palazuelo (denominada Monfragüe desde mayo de 1990), en la línea Madrid-Cáceres, con la estación de Plasencia. Durante su funcionamiento, por este ferrocarril llegaron a circular trenes que unían Gijón con Sevilla (918 km) a través de Mérida, Cáceres, Plasencia, Salamanca, Zamora, Astorga y León.