Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación

La etapa de mayor longitud del Camino Natural de los Humedales de La Mancha, con sus más de 29 km, inicia su recorrido al sureste de Alcázar de San Juan. Alcanzando las tierras de Campo de Criptana, donde Don Quijote confundiese sus molinos con gigantes. Un mar de viñedos afloran en el terreno hasta la Laguna del Retamar que precede al pueblo de Pedro Muñoz, donde la Laguna del Pueblo y la Ermita de San Isidro se visitan por sendos ramales.

La cuarta etapa del Camino Natural de los Humedales de La Mancha une las localidades de Alcázar de San Juan y Pedro Muñoz.

Esta etapa comienza al sureste del núcleo urbano, junto a una industria de prefabricados de hormigón, a partir de donde el itinerario asfaltado pasa a discurrir por camino de tierra. En ligero ascenso se alcanza el punto kilométrico 61 de la Ruta principal, y el viajero disfruta mirando al sur de la panorámica protagonizada por los molinos de viento del municipio manchego.

Los viñedos van siendo cada vez más protagonistas en estas grandes llanuras. Tras superar el punto kilométrico 63, y en ligero descenso, se alcanza un álamo blanco (Populus alba) de gran porte conocido como El Viejo Sabio, lugar en el que el trazado vuelve a ser asfaltado.

El itinerario prosigue con una suave bajada hasta poco antes de llegar a un paso a nivel sin barrera que cruza el trazado ferroviario. Extremando las precauciones, se cruzan las vías y el itinerario se adentra en la localidad de Campo de Criptana por el Polígono Industrial de Pozo Hondo. Siempre en dirección norte y tras cruzar dos rotondas por los pasos de cebra al efecto, se toma a la derecha el carril bici o la acera, según como se esté realizando la ruta, que avanza en paralelo a la carretera CM-3166.

Antes de llegar a la siguiente rotonda se cruza la mencionada carretera y se gira a la izquierda, para ascender por la avenida de los Siete Molinos. Al final de la avenida se gira a la derecha por la calle Quero, y pocos metros después se gira a la izquierda para tomar la calle Cencibel que poco más tarde pasa a denominarse travesía Alcázar. Continúa la subida por la calle San Isidro, cruzando la carretera CM-3105 al finalizar la misma.

Se toma la primera salida a la derecha que poco después se hace camino de tierra. Sin dejar de ascender, se alcanza el punto kilométrico 67, dejando atrás los restos de varios molinos de viento, de los que hoy en día solo se conservan sus ruinas. Inmediatamente después finaliza la subida y el viajero descubre a la derecha del trazado, cuan gigantes, el conjunto de molinos de viento de Campo de Criptana en perfecto estado de conservación, declarado Bien de Interés Cultural en el año 1978.

Tras despertar del hipnotismo que provoca este espectáculo arquitectónico, el camino inicia una bajada y tras unos metros pasa a ser asfaltado. El viajero se vuelve a acercar al núcleo urbano de Campo de Criptana poco después de superar el punto kilométrico 68 por la calle Huertos.

A continuación se gira a la izquierda por la travesía Eras, a la derecha por la calle Moro y nuevamente a la izquierda por la calle Santa Agueda. Continuando el zigzagueo a la derecha por la calle Delicias y a la izquierda por la calle Mira; de nuevo a la derecha por la calle Garcia Lorca y a la izquierda por la travesía García Lorca. Finalmente se gira a la derecha por la calle de la Cantera y a la izquierda por la calle Virgen de Criptana, abandonando por ella el núcleo urbano, que bien merece una visita más allá del trazado del Camino Natural de los Humedales de La Mancha que lo rodea.

Por asfalto, se inicia el ascenso hacia la ermita de la Virgen de Criptana. En pocos metros se supera el punto kilométrico 69 de la Ruta principal. Alineaciones de árboles a ambos lados del camino, formadas en su mayor parte por pinos, ofrecen una agradable sombra al viajero, que ahora camina sobre asfalto.

Tras superar el punto kilométrico 70 se alcanza el Pozo de la Virgen, donde una fuente permite refrescarse al caminante. Poco después finaliza la subida a la ermita de la Virgen de Criptana, que ofrece, además de su valor arquitectónico y religioso, excelentes vistas de la gran llanura manchega.

Ya por camino de tierra se inicia el descenso, dejando atrás el punto kilométrico 71 y un descansadero de la Ruta del Quijote, cruzando poco después la carretera CR-1101, extremando las precauciones. El trazado vuelve a ser de asfalto, debido a que se van sucediendo a ambos lados del trazado canteras a cielo abierto. Después de una pequeña rampa de subida y dejar a la izquierda el acceso a la última cantera, el camino se torna de nuevo de tierra, adentrándose en una nueva extensión de cultivos agrícolas, donde el viñedo predomina ampliamente.

Poco a poco, se suceden los kilómetros al mismo tiempo que suaves rampas de subida y bajada que aumentan el atractivo del recorrido a los amantes al cicloturismo. En el punto kilométrico 80 el paisaje está salpicado de encinas (Quercus ilex) de gran porte y en el segundo cruce de caminos el trazado gira a la derecha iniciando una pequeña ascensión. Tras varias subidas y bajadas el cambio de cultivos a cereal de secano en el paisaje se hace patente, alcanzando en el punto kilométrico 84 la Laguna del Retamar (laguna de 90 ha de extensión, endorreica salina, con una gran temporalidad ya que depende de la pluviometría anual. Debido a ello, además de las especies relacionadas con el humedal se puede observar en sus inmediaciones una buena representación de aves esteparias).

Al dejar atrás esta laguna el itinerario no tiene otro objetivo que llegar al pueblo de Pedro Muñoz. Esta finalidad se cumple en algo menos de 3 kilómetros. Girando a la izquierda en la primera calle asfaltada se alcanza el punto kilométrico 87 junto a un panel interpretativo, para inmediatamente después girar a la derecha y cruzar la carretera CM-3103 por el paso de cebra, siempre extremando las precauciones. Este es el punto de partida del Ramal de la Laguna del Pueblo.

De vuelta al trazado de la Ruta principal, y ya dentro de Pedro Muñoz, se prosigue dirección suroeste hasta la rotonda que une la carretera CM-3103 con la carretera N-420, conocida como avenida de la Constitución en el interior del núcleo urbano. Se gira a la izquierda y se toma la mencionada avenida, para girar a la derecha en la calle Doctor Fernando Mayordomo. Tras varios cruces se gira a la izquierda por la calle Carlos Gazaran y después a la derecha en la calle Maestro Juan de Ávila que tras un cruce pasa a denominarse calle de Velázquez. Un nuevo zigzagueo hace girar al viajero de nuevo a la izquierda por la calle del Saliente para finalmente girar a la derecha por la calle Sorolla, abandonando el núcleo urbano de Pedro Muñoz al mismo tiempo que el panel interpretativo indica el final de la cuarta etapa del Camino Natural de los Humedales de La Mancha entre las localidades de Alcázar de San Juan y Pedro Muñoz.

Ramal que comienza en las inmediaciones del Centro de Interpretación de la Naturaleza “el Humedal de Don Quijote” de Pedro Muñoz. Finalizada la acera y un pequeñísimo tramo por la cuneta de la carretera CM-3103 se toma el camino de tierra que sale a la derecha. Dejando siempre a la derecha la valla de protección y los tarays de la Laguna del Pueblo, se avanza según la señalización al efecto, separándose momentáneamente del límite de la laguna, para poco después volver a avanzar en paralelo al vallado de protección.

Antes del punto kilométrico 1 de este ramal, los tarays disminuyen gradualmente hasta casi desaparecer, permitiendo al caminante divisar el vaso lagunar de este humedal (laguna de 54 ha de extensión, endorreica salina en origen ya que en la actualidad recibe las aguas dulces tratadas de Pedro Muñoz. Está situada junta al núcleo urbano, al norte del mismo, motivo por el cual el factor antrópico siempre ha influido enormemente en su estado de conservación. Al presentar lámina de agua permanente proliferan extensiones de carrizales, espadañas y ejemplares de castañuela).

Poco antes de llegar al extremo norte de este espacio natural se alcanza el Observatorio de aves de la Laguna del Pueblo, donde poder disfrutar de la riqueza faunística que aquí se concentra. Se rodea la laguna avanzando en dirección sur llegando al punto kilométrico 2. En el siguiente cruce de camino parte por el desvío de la izquierda el Ramal de la Ermita de San Isidro.

El Ramal de la Laguna del Pueblo continúa tomando el camino de la derecha, avanzando por el borde lagunar, donde los tarays vuelven a ser protagonistas impidiendo divisar el vaso lagunar. Entrando de nuevo en el núcleo urbano se gira a la izquierda por la calle de la Laguna finalizando este Ramal de la Laguna del Pueblo en la avenida de la Constitución (carretera N-420), donde vuelve a conectar con la Ruta principal del Camino Natural de los Humedales de La Mancha.

El Ramal de la Ermita de San Isidro comienza en el Ramal de la Laguna del Pueblo. Por camino ancho de tierra el viajero se acerca a la carretera N-420 y antes de llegar a ella se gira a la izquierda para continuar por camino en paralelo a la mencionada carretera. Tras superar un badén, comienza un tramo de subida que conduce a la ermita de San Cristóbal, inaugurada en 1987.

Se continúa en línea recta, dejando al norte de la ermita la Laguna de Navalafuente (laguna de 40 ha de extensión, endorreica salina, que permanece seca la mayor parte del año. Ha sido roturada y desecada en el pasado y atraviesan varios caminos su vaso lagunar. Por todo ello la composición vegetal ha sido alterada, siendo ocupada por pastizales salinos), alcanzando pocos metros después de la ermita de San Cristóbal, la ermita de San Isidro que pone punto final a este pequeño ramal.