La etapa discurre por la parte más llana de la meseta manchega, situada a una altura media de entre 600 y 700 m sobre el nivel del mar. Con una fuerte influencia antrópica, el paisaje llano permite una amplia visión del horizonte, en medio de un mar de viñas salpicado de olivares y cereales.
La etapa comienza en Argamasilla de Alba, junto a la antigua carretera N-310, que pasaba por el centro de la villa, ahora desviada por la variante que se ha convertido en la A-43. Cruza de sur a norte Argamasilla de Alba junto al río Guadiana y el canal del Gran Prior (canal de Peñarroya) en dirección a Alameda de Cervera, situada a 18 km.
El camino abandona Argamasilla de Alba, continuando hacia el norte por el margen derecha del río. A los pocos metros hay un cruce por donde se debe pasar sobre un puente para cruzar a la margen izquierda. Se debe prestar mucha atención en este cruce porque hay un camino agrícola que continúa recto y podría dar lugar a confusión; como guía se puede usar una finca cuyas casas se encuentran nada más cruzar y tras algunos metros se verá a la izquierda el cementerio de esta localidad.
La etapa continúa hasta llegar a otra intersección donde hay una nave ganadera, siguiendo de frente. Entre sus campos es fácil distinguir los rebaños de ovejas, esenciales para la elaboración del conocido queso manchego. Además, hay importantes poblaciones de liebre (Lepus europaeus) y perdiz (Alectoris rufa), así como de codornices (Coturnix coturnix) y tórtolas (Streptopelia turtur).
Se prosigue recto hasta llegar a otra intersección, donde se toma el camino a la derecha para cruzar sobre el puente al margen opuesto del canal y continuar junto al río Guadiana. Poco más adelante se alcanza otro cruce en el que se continúa de frente, para más adelante volver a cambiar de margen por otro puente. A pocos metros de aquí se observan unas casas agrícolas frente al camino con un “bombo manchego”.
De nuevo se cruza el río Guadiana, esta vez hacia su margen derecha, junto a una pequeña casa rural. Aproximadamente a un kilómetro se produce la incorporación de otra vía al Camino Natural. En esta zona se puede ver el segundo bombo manchego.
Al llegar al siguiente cruce se prosigue recto hasta el paso inferior bajo la autovía de los Viñedos (CM-42) y el paso a nivel con la carretera CM-400. A unos 600 m se ve una tinaja de grandes dimensiones y a continuación el tercer bombo.
El enorme desarrollo agrícola, sobre todo de regadío (melón, cereal, alfalfa y pimientos) unido a la presencia de importantes núcleos de población, ha permitido el crecimiento de un sector secundario, muy vinculado al primario, con numerosas bodegas, almazaras y queserías.
El camino llega a un desvío donde gira a la izquierda abandonando la ribera del río Guadiana y se adentra entre cultivos durante escasos dos kilómetros hasta la autovía de los Viñedos, transcurriendo en paralelo a ella hasta volver a encontrarse con el río Guadiana, donde gira a la izquierda por el paso inferior de la autovía.
A 500 m finaliza la tercera etapa en el área de descanso de Alameda de Cervera, dotada de zonas de sombra, bancos, papeleras, etc.
Según las relaciones topográficas de Felipe II, Argamasilla de Alba se fundó en el año 1531-1532 por el alcaide del castillo de Peñarroya, si bien el nombre tiene un origen anterior ya que en 1214 hay constancia de un castillo de Argamasilla, próximo a los de Peñarroya y el Sotillo. La nueva Argamasilla se puebla inicialmente con vecinos de otras villas, como la Moraleja y Santa María, que se encontraban localizadas junto al cauce del río Guadiana; aguas arriba de la actual población y en lugares con un cierto grado de insalubridad, lo que motivó su total abandono para fundar la nueva población de Argamasilla en el emplazamiento actual. Obtuvo el título de villa en el año 1612.
En la localidad hay varios edificios históricos dignos de ser visitados: la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista (que contiene el cuadro exvoto de D. Rodrigo de Pacheco), la ermita de San Antón, la casa de Medrano, la casa del Bachiller Sansón Carrasco (en proceso de recuperación), y dos Pósitos.
Son arquitecturas rústicas de carácter agrícola. Están fabricados de forma natural con la piedra del lugar (lajas o lanchas), desenterrada por el arado y amontonada en las lindes.
La construcción requiere una esmerada técnica ya que se realiza piedra sobre piedra sin ligar con ningún tipo de argamasa; técnica que en arquitectura de denomina de “piedra seca”. El techado o la cubierta se realiza en forma de falsa bóveda y su planta suele ser circular.
En su interior se encuentran entre otros, la chimenea para el fuego, los poyos para el descanso, las hornacinas a modo de alacenas, las estacas clavadas en las paredes o ganchos donde principalmente se colgaban los aperos al terminar las faenas y la zona de la cuadra para los animales, los cuales proporcionaban calor durante la noche.
En esta etapa se pueden ver hasta tres bombos manchegos junto al camino.