La etapa discurre entre los altos de la sierra de los Bueyes y el entorno del embalse de Cijara, donde se sitúa Villarta de los Montes: su destino. Se inicia entre pinares de piñonero, que pronto dan paso a los encinares mediterráneos, sin adehesar, con una zona en que ambos tipos de bosque se mezclan.
La etapa se inicia en el refugio de Valhondillo, casa forestal situada en lo alto de la sierra de los Bueyes, en una zona de pinar de pino piñonero (Pinus pinea) por la que discurre el camino en su inicio.La masa arbolada ofrece la particularidad de la presencia en su sotobosque de madroño (Arbutus unedo), cuyo fruto supone un aliciente para las poblaciones de gamo (Dama dama) y ciervo (Cervus elaphus) que pueblan los encinares del entorno; ya que muestran preferencia por los bosques de quercíneas, donde aprovechan las bellotas.
El camino avanza por dentro del pinar. En algunos puntos la masa se aclara y es posible ver las laderas próximas que se acaban de recorrer o las que se recorrerán a continuación, ocupadas por la masa compacta de pinos. En otras zonas la masa se abre como consecuencia de los tratamientos silvícolas efectuados y los pies de pino son de gran talla. Justo cuando el camino alcanza el borde de la masa de pinar existe un mirador que ofrece vistas de las sierras del entorno, con el Guadiana discurriendo en el fondo del valle, a los pies de la sierra, ya con el cauce ensanchado por estar próximo al embalse de Cijara. Igualmente impresionante es la visión de la masa arbolada que se acaba de recorrer, con la zona de fricción entre el encinar, que será la vegetación dominante en el resto de la etapa, y el pinar existente en la cumbre de la sierra.
El mirador de las Zahurdas se encuentra dentro de la Reserva Regional de Caza de Cijara. Es un magnífico lugar para tomar un descanso y observar las faldas del sur de los Montes de Toledo. Tiene una superficie de 25.000 ha en montes de utilidad pública. Este tramo del Camino Natural es el mejor de todo el recorrido para avistar a los grandes herbívoros como los ciervos, gamos, corzos y muflones (Ovis orientalis musimon).
Superado el mirador se obra una transformación en el paisaje: el pinar desaparece y el encinar toma el relevo. Se trata de encinar de porte arbustivo, mezclados con matorral, con acompañamiento de jaras (Cistus sp.) o brezos (Erica sp.) según las exposiciones. Un largo camino de descenso conduce hasta la lámina de agua del embalse de Cijara, con algunas encrucijadas y la presencia de algunos apriscos o refugios de pastores.
Una vez se llega a la altura del embalse, el camino discurre bordeando su ribera sur, alejándose de la lámina de agua en ocasiones para sortear cerros próximos o cruzar los barrancos de los arroyos tributarios del Guadiana. No hay presencia de explotaciones ganaderas en todo el recorrido.
En los tramos en los que el camino se acerca a la lámina del embalse, el viajero puede estar tentado (si el tiempo acompaña) de bañarse en sus aguas. A pesar de que en esta etapa no hay infraestructuras de uso público (sí se encontrarán en otras etapas) que lo indiquen explícitamente, no está prohibida la práctica del baño en las aguas de este embalse, siendo usual en otras zonas del mismo y de los otros dos embalses próximos del Guadiana (Orellana y García - Sola).
En el último tramo de la etapa, el camino discurre por un encinar, donde adquiere porte arbóreo, con alguna inclusión ocasional de parcelas en que forma dehesa sobre pastos, aunque no hay indicios de la presencia de ovejas merinas en la zona. En esta zona el paisaje está dominado por el puente de la carretera procedente de Villarta de los Montes, la BA-7216. Se trata de un elemento impresionante, que comunica ambas orillas del embalse.
Una vez se aleja del embalse, el camino alcanza la carretera a Villarta de los Montes, por la que discurre a lo largo de 70 m para abandonar su trazado poco antes del pueblo y seguir por un sendero de tierra que desemboca en el casco urbano de la localidad, concretamente en su plaza mayor.
El embalse de Cijara fue construido en 1956 sobre el río Guadiana, en el enclave denominado Portillo del Cijara, límite fronterizo de las provincias de Badajoz, Cáceres, Ciudad Real y Toledo. Tiene una capacidad de 1.670 Hm3 y una cuenca total de 21.180 Km2, y la presa tiene una altura de 72,9 m y una longitud de 295 m. La superficie inundada son 6.350 ha y tiene una longitud de cola de 45 Km.
El embalse se sitúa dentro de la Reserva Nacional de Caza de Cijara, formada por lugares de gran belleza dentro de las más de 25.000 hectáreas de extensión de este espacio protegido. Además, el embalse de Cijara constituye una de las mejores reservas nacionales de pesca en Extremadura. La vegetación en el entorno está formada por bosque y matorral mediterráneos, aunque en algunas zonas aparecen también pinares y eucaliptares (Eucalyptus spp.) de repoblación.
El embalse de Cijara tiene varias áreas recreativas que disponen de aparcamientos para coches y merenderos con barbacoas. Las actividades que más se practican son el baño en verano y las actividades náuticas como la navegación y la pesca. También pueden realizarse actividades de senderismo, bicicleta todoterreno, rutas ecuestres, caza, observación de aves y educación ambiental.