El sendero PR FV 9, que enlaza con la etapa 3 del camino principal, se adentra en el Paisaje Protegido de Vallebrón, una zona de alto valor natural donde se contemplarán los relieves en forma de cuchillo característicos de Fuerteventura, además de las formas de cultivo tradicionales con las que los majoreros han luchado contra la hostilidad del medio.
El sendero de pequeño recorrido PR FV 9 comienza en la ermita de Nuestra Señora de la Caridad de Tindaya (ver etapa 3), por la carretera de salida del pueblo (calle de La Oliva), hasta un cruce donde se deberá tomar una pista de tierra paralela a la carretera que une La Oliva con Puerto del Rosario, que se seguirá sin desviarse hasta cruzarla por un túnel.
A partir de aquí, se comenzará a ascender ligeramente, dejando la montaña de Tindaya a nuestras espaldas, y donde se caminará por el valle que existe entre la montaña de En Medio y el Morro de Tabaiba, en cuya ladera se podrá observar espectaculares formaciones de tabaibales (Euphorbia sp.).
De esta forma, el camino llevará hasta Vallebrón, un pequeño pueblo de casitas blancas ubicado en la solana del valle y salpicado de palmeras (Phoenix canariensis) y cultivos, donde el sendero transita por asfalto hasta que alcanza un desvío señalizado.
A partir de este desvío el caminante se adentrará, en ascenso, en el Paisaje Protegido de Vallebrón, desde el cual tendrá interesantes vistas de las crestas, del pueblo y del gran valle de Vallebrón. En este punto la tradición agrícola de Fuerteventura se hace presente entre los distintos tipos de cultivos tradicionales que pueblan sus laderas, principalmente gavias que son parcelas de tierra que suelen estar escalonadas y delimitadas por muros de tierra o trastones y que poseen canalización de agua. Este tramo, en constante subida, resultará la parte más dura del sendero, pero el esfuerzo será sobradamente recompensado por las espectaculares vistas que ofrecerá.
Continuando por el sendero, se alcanzará el pueblo de La Matilla, en el que se puede apreciar de nuevo el sistema de cultivo utilizado. A partir de La Matilla, el camino continúa por asfalto, hasta volver a una pista de tierra que conducirá de nuevo a la etapa 3 del camino principal para llegar a Tefía.
Situado en el sector central-norte de la isla, el Paisaje Protegido de Vallebrón está representado por un relieve en cuchillo de gran belleza y valor paisajístico, muy característico de la isla. Los cuchillos son estructuras que se forman como resultado de un acusado proceso erosivo dilatado en el tiempo, sobre un Macizo de edad miocena. Presentan vertientes de pendiente variable, con culminación «en cresta» o «alomada».
Se pueden observar los cuchillos en cresta en la montaña de La Muda (altura máxima del Paisaje con 689 m), Morros Altos y Pico de Don David, con pendientes generalmente fuertes en las laderas altas. Los cuchillos alomados, donde predomina la longitud con respecto a la anchura, están representados desde una parte del Cuchillo de Vallebrón hasta el Morro de la Pila, así como en La Ladera (La Matilla). Sus pendientes son moderadas y culminan en una loma convexa.
Los mecanismos activos de erosión, sobre todo la escorrentía, son los responsables de diferentes tipos de estructuras que se han formado en los barrancos y en algunas laderas de los cuchillos: pequeñas cabeceras, ramblas, cárcavas y barranqueras.
En el Valle Grande, caracterizado por laderas de pendientes moderadas y por la existencia de campos de cultivo, muchos de ellos abandonados, se ha producido un intenso proceso de recolonización vegetal con predominio de matorrales xéricos (adaptados a suelos muy secos), entre los que destacan la aulaga (Launaea arborescens) y el salado (Salsola vermiculata).