Desde la playa de Esquinzo, el sendero PR FV 1 recorre el litoral hasta la localidad de El Cotillo, donde abandona la costa y comienza a adentrarse en el interior por llanos semidesérticos, buscando las montañetas de los Frailes y los Corraletes para descender desde allí hasta el barranco de la Cañada de Melián, transitando sobre el jable (arena).
Fuerteventura es una de las islas más antiguas de todo el archipiélago canario y la que ha sufrido con mayor rudeza el efecto de la erosión. El viento y el mar han suavizado el perfil de la costa, que es el más bajo de todo el litoral canario. Este pequeño recorrido comienza en la playa de Esquinzo o Butihondo y en su primer tramo recorre el litoral por una zona de bellos y oscuros acantilados, que cortan la costa formando hermosas calas de arena rubia.
Esta zona está representada fundamentalmente por emisiones pliocenas de volcanes en escudo de la alineación La Ventosilla-Montaña Bermeja, que vertieron sus coladas hacia la costa occidental. Si bien la playa de Esquinzo es la más conocida de la zona, no es la única que aparecerá por el camino, ya que, según se vaya desplazando hacia el norte, se podrán observar calas paradisíacas en las desembocaduras de barrancos y valles, que contrastan con las inmensas llanuras que quedan a la derecha.
El PR FV 1 llevará hasta una última cala, la de mayor amplitud, donde los acantilados desaparecen para allanarse un poco, y desde la cual dirigirá hasta El Cotillo, un pueblo que antiguamente recibía el nombre de Tostón. En esta población se aúnan la tranquilidad propia de la tierra majorera con las más completas infraestructuras destinadas a quienes la visitan. La mayor parte de sus habitantes trabajan fundamentalmente en el sector turístico.
Los lugares más interesantes de El Cotillo se encuentran en la zona del puerto, donde destaca el monumento más significativo de la localidad, la fortaleza del Tostón o castillo de Rico Roque, levantado en el siglo XVIII para vigilar la costa frente a los ataques de piratas. Actualmente, la fortaleza del Tostón alberga exposiciones de arte contemporáneo y es, a su vez, un centro de información turística. Desde el castillo se divisa el pequeño puerto del Roque de la Mar y los antiguos hornos de cal abandonados, que fueron utilizados en su momento para la producción de cal, una de las actividades más importantes del pasado insular.
Dejando atrás el pueblo de El Cotillo se abandonará la costa y continuará el camino, en dirección sureste, por el Tablero Alto de la Molina, desde donde se observará el pueblo de El Roque y el molino que lo custodia. La pista de tierra conducirá, a través de algunas gavias (forma de cultivo tradicional de la isla) hacia la Montañeta de los Frailes y la Montañeta de los Corraletes, donde existe un área de descanso. Desde este enclave se podrá disfrutar de la cadena de montañas que acompañan al caminante desde el horizonte: la montaña Colorada, en Lajares; la montaña de la Arena, en Villaverde, e incluso, hacia el oeste, un pitón traquítico que sobresale, la montaña de Tindaya.
La vegetación de esta parte del camino está caracterizada sobre todo por especies como el salado (Salsola vermiculata), el matomoro (Suaeda vera) y la aulaga (Launaea arborescens). Puntuales mantos de color rojizo aparecerán de forma puntual, pertenecen al cosco (Mesembryanthemum nodiflorum) y a la barrilla (Mesembryanthemum crystallinum), cuyas semillas eran utilizadas antaño para la elaboración de gofio y de jabón, respectivamente. Se observará además, especies introducidas originarias de América como el mimo o tabaco moro (Nicotiana glauca), la tunera (Opuntia sp.) y la pita (Agave americana).
Tras una suave bajada desde la Montañeta de los Corraletes se alcanzará la Majada (terreno generalmente llano contiguo a un cauce) de las Pilas. El sendero se adentrará al el barranco de la Cañada de Melián y se caminará sobre arena blanca, similar a la de la costa, y conocida como jable (arena). Avanzando por el cauce del barranco se divisará, al norte, la montaña de la Mareta y, al este, el pueblo de Lajares. El camino alcanzará así la carretera que une La Oliva con El Cotillo, a la altura de Lajares, donde concluye este bello sendero de pequeño recorrido.