Cercana a la playa de Hermigua, comienza esta segunda etapa. Tras atravesar un paisaje agrario dominado por bancales, se alcanza primero el casar de Lepe y a continuación el núcleo urbano de Agulo, para luego ascender hasta las cercanías del pico Travesía (788 m). Más adelante se llega al Centro de Visitantes del Parque Nacional de Garajonay, en el enclave conocido como Juego de Bolas. El poblado de Las Rosas y el embalse homónimo inician la transición vegetal acercando al viajero al destino final, la playa de Vallehermoso, con grandes extensiones de sabinar canario acompañando al caminante.
La etapa comienza en Hermigua, concretamente en el barrio de Santa Catalina. A los pies del panel informativo que sirve de nexo con la primera etapa, se toma la calle de Lepe girando a la izquierda en la playa de Hermigua. Se ha de transitar con precaución por este vial sin acera, hasta llegar a la plaza del pequeño casar de Lepe. Tras bajar unas escaleras se dejan atrás las casas y el caminante se adentra en una zona de bancales, cuya presencia sigue dominando el paisaje después de cruzar el arroyo del barranco de Lepe.
El viajero, ya por asfalto, prosigue en su ascenso girando a la izquierda en el siguiente cruce. A la altura del punto kilométrico 29, se gira a la derecha por la calle del Pintor Aguiar, adentrándose en la población de Agulo. Allí se podrá disfrutar de sus calles empedradas, del ayuntamiento y de su bella iglesia con cúpulas y arcos apuntados característicos.
Después de abandonar la plaza de Leoncio Bento, donde se localiza la iglesia y el ayuntamiento, se continúa por la calle Pedro Bethencourt, girando a la izquierda por la calle Calvario, dejando atrás, definitivamente, el pueblo.
Al superar el cementerio municipal se toma el camino ancho de tierra de la izquierda, comenzando la subida. A continuación, se debe cruzar la carretera GM-1, extremando las precauciones, para seguir la subida por senda de tierra, encontrando el caminante una pequeña pasarela de madera en las cercanías del punto kilométrico 31.
Después de pasar junto a una antigua casa de campo, el camino llega a un cruce de itinerarios debidamente señalizados. La subida aumenta su pendiente, serpenteando ladera arriba entre pinos canarios y brezos, coronando el ascenso poco después del punto kilométrico 32.
El camino transita ahora entre rodales de laurisilva y brezales hasta llegar al paraje conocido como Juego de Bolas, donde se encuentra el Centro de Visitantes del Parque Nacional de Garajonay. Tras la eventual visita al mismo, se inicia un tramo compartido por la carretera de Laguna Grande, por lo que se debe transitar este tramo con precaución.
En el punto kilométrico 34 se toma la senda de tierra de la derecha, atravesando una pista asfaltada y posteriormente un pequeño rodal de castaños (Castanea sativa). Una pequeña subida, sumerge al caminante en un denso y bello brezal, que el camino, ya en descenso, abandona poco a poco. En el punto kilométrico 35 se transita por carretera, girando a la izquierda por unas escaleras cementadas hasta el embalse de Las Rosas (o del Garabato), situado en las cercanías del poblado homónimo.
Se cruza la presa por la acera construida en su coronación, para inmediatamente después, en la bifurcación existente, tomar a mano derecha la continuación de esta etapa 2 hacia la playa de Vallehermoso; si el caminante prefiere dirigirse directamente al núcleo urbano de Vallehermoso, en dicha bifurcación hay que tomar el camino de la izquierda, que constituye el comienzo de una etapa alternativa que forma parte de este mismo Camino Natural Costas de La Gomera (etapa 3.1) que transita desde Las Rosas hasta los Chorros de Epina, donde enlaza de nuevo con el itinerario principal, ya en su etapa 3 (playa de Vallehermoso-Alojera).
Continuando por la etapa 2 se asciende por carretera asfaltada para poco después tomar una senda estrecha a la izquierda que desciende entre huertos, hasta cruzar la carretera GM-1. Posteriormente se cruza una pista asfaltada conocida como calle Simancas, y tras un tramo de senda se toma de nuevo la pista, para continuar por ella. El itinerario discurre por el pueblo de Tamargada, tomando un desvío a la izquierda por camino de tierra, que poco después pasa a ser senda estrecha. En medio de un rodal de palmeras (Phoenix canariensis) se localiza un cruce de rutas debidamente señalizado. Continuando por el Camino Natural observamos un paisaje dominado por bancales abandonados donde ocasionalmente se abren ventanas naturales en las que el Roque Cano se erige dominante.
Avanzando por el descenso se alcanza la ermita de Tamargada y, tras algún metro de asfalto, el itinerario pasa de nuevo a ser senda estrecha. El trazado gira a la izquierda por camino de tierra de gran anchura, alcanzando el punto kilométrico 40 entre abundantes ejemplares de sabina canarias (Juniperus phoenicea var. canariensis) diseminados por laderas.
Seguidamente, se toma una senda estrecha que inicia una fuerte subida al Lomo de la Culata, que, zigzagueando, culmina en el punto kilométrico 41. El viajero comienza a descender serpenteando por la ladera poblada de sabinas canarias, divisando ya la playa de Vallehermoso.
Finalizada la bajada, se deja a la izquierda la ermita y el caminante se dirige a la playa de Vallehermoso, contemplando al fondo los restos del pescante que en el pasado fue protagonista de una gran actividad comercial.
La etapa 2 del Camino Natural Costas de La Gomera finaliza pocos metros después de abandonar la playa, al borde de la carretera que la une con el núcleo urbano de Vallehermoso (al que se puede llegar desde aquí siguiendo el Camino Natural Cumbres de La Gomera), exactamente en el punto kilométrico 42, situado junto al panel interpretativo que sirve de nexo con la etapa 3.
Municipio situado en valle del mismo nombre, al norte de la isla de La Gomera, constituía con Agulo el territorio prehispánico denominado como Mulagua. Se trata de una zona de bancales verdes, cubierto de plataneras. Localizado a 21 km de San Sebastián de La Gomera, cuenta con una población en torno a los 2.200 habitantes. Con una altitud media de 210 metros sobre el nivel del mar, se abre al Atlántico con un tramo costero de más de 8 kilómetros.
El Pescante de Hermigua, localizado en una zona conocida como El Peñón, es un atractivo turístico digno de ser visitado. Este monumento de arquitectura industrial se levantó en 1907 para dar salida a la excelente producción agrícola del valle de Hermigua, cuando la isla era precaria en lo que a sus modos de transporte se refiere, ya que no contaba con puertos ni carreteras. A mediados del siglo XX la actividad del pescante fue cesando a medida que nuevos medios de transporte y vías de comunicación fueron desarrollándose en la isla.
En el aspecto cultural, en Hermigua destacan lugares de interés para el visitante: la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, enmarcada en el conjunto del antiguo convento dominico de San Pedro, la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación en el Valle Bajo, con la imagen de la Virgen que le da nombre, atribuida al escultor orotavense Fernando Estévez (1788-1854), las ermitas del Cedro y los Aceviños y el Museo Etnográfico de La Gomera.