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Casla
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Casla constituye uno de los municipios más antiguos de la comarca conocida como Comunidad de Villa y Tierra, al sur de la provincia de Segovia, muy próxima al entorno de la sierra de Guadarrama. Según atestiguan los restos arqueológicos hallados en este entorno este lugar estuvo poblado ya antes de la llegada de los árabes a la Península. Se cree que su nombre deriva de un topónimo del latín vulgar que quería decir “la cabaña”, en alusión a la única casa con la que durante años contó esta localidad.
A pesar de su antigüedad, no sería hasta el siglo XIII cuando se aludiese por primera vez al municipio en un documento escrito. Tradicionalmente el desarrollo y crecimiento del pueblo ha estado muy estrechamente vinculado con la ganadería trashumante y más concretamente con la Cañada Real Soriana Occidental, cuyo itinerario seguían gran cantidad de vecinos casliegos dedicados a este oficio.
El núcleo urbano de Casla se encuentra en un terreno empinado por el que serpentean sus estrechas calles. Uno de los principales puntos de interés del municipio es la iglesia de San Pedro, un templo sencillo pero de porte monumental que consta de tres naves. Asimismo llama la atención la ermita de San Roque, construida en el siglo XVIII; la ermita de Nuestra Señora de la Estrella, restaurada durante el siglo XVII. Asimismo, se conservan en el municipio vestigios que ponen de manifiesto la trascendencia de la actividad ganadera en este pueblo. Por ejemplo, se conservan la fragua y el potro de herrar que en el pasado fueron esenciales para el aprovechamiento ganadero de este entorno.
En cuanto a las festividades de la localidad destacan sobre todo sus fiestas patronales, en honor a la virgen de la Estrella, que se celebran cada año entre el 9 y el 14 de septiembre, en unos días en los que el ayuntamiento de la localidad ofrece a los vecinos y visitantes una amplia agenda cultural.
No obstante, uno de los principales atractivos de este pueblo segoviano se encuentra en su entorno natural. La ubicación privilegiada de este municipio lo dota de un paisaje espectacular del paraje de la sierra de Guadarrama de la que descienden numerosos arroyos y riachuelos que bañan esta zona de la provincia de Segovia. En sus alrededores es posible realizar deportes que van desde el senderismo hasta el parapente. Además, este enclave posee una rica biodiversidad, ya que entre su abundante vegetación dominada por especies como pinos silvestres, enebros y fresnos, residen ejemplares de singular importancia ornitológica como el águila imperial, el buitre negro, el búho real o la cigüeña negra. También habitan este paraje especies como el lobo ibérico, el zorro o el jabalí.