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Villarodrigo
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Otro de los pueblos que podemos encontrar en la Sierra de Segura es Villarodrigo. Es uno de los municipios más alejados de la capital, de la que dista 171 kilómetros.
La historia de esta población se remonta hasta el Imperio Romano. Así lo atestiguan algunas inscripciones conservadas en la necrópolis de las Higuericas. Durante mucho tiempo su denominación oficial fue Albadalejo, que en árabe significaba “el pueblecito”, posteriormente sería completado pasando a llamarse Albadalejo de la Sierra. En 1243 se firmarían las capitulaciones de Alcaraz, entre Fernando III y el emir de la taifa de Murcia, pasando el pueblo a la Corona de Castilla hasta 1833.
Sin embargo, entre 1474-1476 se produce un nuevo cambio en el nombre de esta población. El Maestre de Santiago, Don Rodrigo Manrique, decide concederle el título de villa y le pone su propio nombre, siendo conocida como Villarodrigo, “villa del Maestre Don Rodrigo Manrique”.
Entre los tesoros que guardan estas tierras destaca el Puerto de Onsares, al sur, junto al Cerro de la Atalaya, allí se alzan el Alto del Morrón, o la Peña de los Enamorados, que harán las delicias de los senderistas.
En cuanto al patrimonio histórico destaca la iglesia de San Bartolomé donde los ojos expertos podrán reconocer elementos tanto del Renacimiento como del Barroco. Tiene planta basilical que se divide en tres naves de techo plano. A los lados diversas capillas, aunque sin duda el elemento más destacable es su presbiterio y su bóveda de media naranja en la que destacan las decoraciones de formas geométricas. Muy recomendable es admirar el retablo por la riqueza y complejidad de las iconografías que alberga.
Como en el resto de pueblos vecinos, encontramos un Torreón Medieval situado en la misma plaza y que parece que fue construido a finales del siglo XIV. Construido con mampostería, su planta es cuadrada y posee unos espectaculares 13,60 metros de altura. En 1985 fue declarado Bien de Interés Cultural.
De su gastronomía destaca, al igual que en toda la comarca, la cocina serrana y los productos de la matanza, siendo la morcilla blanca la reina indiscutible. El “ajopringue” y los “galianos”, torta de pan ácimo preparada antiguamente por los pastores, completan esta oferta gastronómica.
Las fiestas más importantes son las de Nuestra Señora de Albánchez, el 24 de septiembre, en las que se procesiona a la Virgen y se celebra una misa que se completa con bailes populares, verbenas, encierros y el toreo de vaquillas.
La villa también disfruta de varias romerías a lo largo del año. El 13 de mayo es la de la Virgen de Fátima y la de la Milagrosa coincide con el último domingo del mismo mes, aunque se realiza en una aldea vecina, Onsares. Por último, la Romería de San Bartolomé, el 24 de agosto, en honor al patrón de la localidad. En Villarodrigo también se celebra San Antón, el 17 de enero y San Marcos, el 25 de abril.