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Macizo del Montgó
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El Mongó es un majestuoso macizo que se alza 753 metros de altura frente a la costa, a medio camino entre las localidades de Dénia y Jávea. En el año 1987 fue declarado Parque Natural. Actualmente cuenta con 2.117 hectáreas de área protegida llenas de historia y naturaleza.
Esta formación rocosa formada por materiales de roca caliza, pertenece al Sistema Bético, cuyas cordilleras mueren en el mar con el Montgó y reaparecen en las Islas Baleares. Esta cercanía al mar causa un descenso bastante escarpado que produce un importante impacto visual entre aquellos que lo contemplan.
Los investigadores han encontrado en estas tierras diversos vestigios de ocupación humana, algunos incluso se remontan hasta 30.000 años de antigüedad, perteneciendo éstos al Paleolítico Superior. También se han hallado restos del Eneolítico correspondientes a unos 2.500 años, y otros más recientes datados en la Edad de Bronce. No podemos olvidar que Dénia fue también municipium romano allá por el siglo I bajo la denominación de Dianium.
En cuanto al paisaje, hay que tener en cuenta que el Montgó es producto del choque entre las placas continentales africana y europea. Esto junto a la abundancia de roca caliza da como resultado la creación de diversas cuevas y simas de origen kárstico. Destaca la Cova Tallada. Como su propio nombre indica, se trata de una cueva artificial, excavada en un acantilado que forma parte de la Reserva Marina del cabo de San Antonio. Los antiguos moradores de estas tierras la utilizaban como cantera. Puede ser visitada, pero es necesario realizar una reserva previa. Otra cueva de gran importancia es la Cueva del Agua, utilizada por los romanos para abastecer de este líquido elemento a un retén del ejército romano. Siglos más tarde serían los árabes los que aprovecharían este enclave, llegando incluso a construir una especie de presa y acequias para distribuir el agua.
Fauna y flora son muy ricas en la zona, dando una gran importancia a este Parque Natural en el que se combinan ecosistemas terrestres y marinos. Según los expertos, el Montgó alberga más de 650 especies de flora y vegetación, tanto terrestre como marina y, en cuanto a la fauna presente, está muy ligada a las comunidades vegetales de la zona. En este sentido están registradas más de 150 especies de vertebrados. Es común entre los visitantes realizar avistamiento de aves, como el águila perdicera, el halcón peregrino o el búho real, y cetáceos, destacando especies como las tortugas marinas, delfines o ballenas.