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Trinchera Camino Real
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El municipio de Villargordo del Cabriel ha sido escenario de batallas históricas. Su condición de territorio fronterizo entre Valencia y la región de Castilla – La Mancha ha hecho que en esta pequeña localidad se hayan librado batallas decisivas en las sucesivas contiendas bélicas que entre el siglo XIX y XX se vivieron en España. Estos combates han dejado como legado en Villargordo del Cabriel un conjunto de trincheras conocido como trincheras de Contreras que deben su nombre a su ubicación en el paso de Contreras, una de las entradas al municipio de Villargordo del Cabriel, que aún se conservan en la actualidad y que permiten comprender un poco mejor cómo se desarrollaron los acontecimientos en guerras como la de la Independencia o durante las contiendas carlistas.
La escarpada orografía de los barrancos de este entorno natural a orillas del río Cabriel han hecho que los habitantes del municipio de Villagordo del Cabriel y del resto de la comarca de Utiel-Requena hayan tenido que idear maneras de sortear este obstáculo natural que hace de paso fronterizo con la Comunidad Valenciana y que se encuentra en una de las principales vías de comunicación entre Madrid y Valencia.
Durante años la dificultad para cruzar el entorno hizo de este un paso secundario en favor del paso de Pajazo –que hoy se encuentra bajo las aguas de un embalse– algo que cambió cuando en 1720 el paso de Contreras se convirtió en ruta oficial del itinerario del servicio real de postas. Durante la contienda de la guerra de la Independencia adquirió una importancia decisiva, ya que fue el paso elegido por los franceses para invadir la Comunidad Valenciana.
Según los archivos de la época el mariscal francés Moncey fue el encargado de iniciar la ofensiva para hacerse con la ciudad de Valencia para lo que necesitaba atravesar primero el casco urbano de Villargordo del Cabriel. Allí le esperaban unos 3000 hombres bajo las órdenes del general Adorno que se encontraban apostados defendiendo los diferentes viaductos y pasos de entrada a la localidad como, por ejemplo, el puente de Contreras. Es precisamente en este lugar donde el abogado Cros y los 300 hombres que se encontraban con él defendiendo el puente no lograron evitar la entrada de la tropa napoleónica, que consiguió penetrar en la provincia de Valencia al primer intento en junio de 1808. La virulencia de los combates en el municipio de Villargordo del Cabriel durante esta contienda fue tal que la localidad quedó prácticamente despoblada tras la invasión francesa.
No obstante, no sería esta la única batalla de la que serían testigo este conjunto de trincheras, ya que volvieron a convertirse en una infraestructura esencial durante las guerras carlistas. Durante estas campañas bélicas hubo en toda la comarca de Requena-Utiel constantes batallas y saqueos como resultado del paso de las tropas carlistas e isabelinas por este territorio fronterizo con Castilla – La Mancha. Sin embargo, sería en la tercera guerra carlista, en marzo de 1974, cuando este paso de Contreras se convertiría en escenario de una de las batallas más importantes. Es en este paso donde los liberales se parapetaron protegidos por la orografía de este abrupto paso para atacar en emboscada a los carlistas. Las tropas partidarias de Carlos de Borbón llegaron hasta este enclave, procedentes de la localidad de Chiva, donde fueron derrotadas. En su retirada los soldados que sobrevivieron al ataque se vieron obligados a protegerse en la parte alta de este paso de Contreras, donde resistieron unas cinco horas respondiendo al fuego de la brigada liberal.
Ya en el siglo XX la relevancia estratégica de este paso hizo que durante la guerra civil este escenario volviera a cobrar importancia en la contienda, tal y como atestiguan los vestigios que hoy quedan de la construcción de nuevas trincheras durante este conflicto, así como la modificación de aquellas ya existentes. No obstante, la desviación del frente de batalla hacia lugares como el Ebro restó importancia a esta línea defensiva, lo que provocó una rápida retirada de las tropas republicanas, lo que conllevó el abandono definitivo de estas trincheras que, en algunos casos, quedaron incluso inacabadas.
Hoy este conjunto de trincheras ubicado en las zonas aledañas al municipio han quedado como vestigio de aquellas batallas y constituye uno de los atractivos del pueblo ya que, además, en el recorrido por estas muestras del pasado bélico de la zona es posible disfrutar de un entorno natural privilegiado.