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Venta del Moro
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Se trata de una localidad valenciana ubicada en la comarca de Requena-Utiel, en la zona limítrofe con la región de Castilla – La Mancha con la que el río Cabriel hace de frontera natural. Este núcleo de población, que hoy cuenta además con seis aldeas, fue hasta el año 1836 una pedanía de la vecina localidad de Requena, por lo que la población tal y como se conoce en la actualidad tiene un origen reciente. No obstante, se cree que el nombre del municipio proviene de una antigua venta regentada por una persona árabe y que se encontraba ubicada en este enclave en el itinerario del camino que unía Toledo y Valencia.
Durante las primeras décadas del siglo XX Venta del Moro experimentó un crecimiento demográfico muy importante, y llegó a rozar los 4700 vecinos en 1940. Sin embargo, esta tendencia se revirtió a partir de la década de los 50 cuando el municipio sufrió un brusco fenómeno de despoblación que lo ha llevado hasta los 1242 habitantes con los que cuenta en la actualidad.
Entre su patrimonio arquitectónico destaca la iglesia dedicada a la virgen de Loreto y construida en el año 1760. El principal punto de interés del municipio se encuentra en su yacimiento paleontológico, uno de los más importantes de toda la península Ibérica debido a los vertebrados de origen terciario hallados en él. Se trata de una excavación descubierta a finales de los años 60 gracias a la labor del paleontólogo Fernando Robles, de la Universitat de València, quien dio con este yacimiento gracias a la información que le proporcionó un grupo de alumnos. En este enclave se han encontrado fósiles de grandes mamíferos entre los que figuran especies como el oso Agriotherium roblesi, bóvidos como Tragoportax ventiensis y Parabos soriae –antepasado del toro– y el camélido Paracamelus aguirrei. Es posible encontrar colecciones de las primeras excavaciones en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid. Otras piezas fósiles se encuentran repartidas entre el Museo de las Ciencias Naturales de Valencia, el Institut Palentológic Miquel Crusafont y el Museo de Geología de la Universitat de València.
Con respecto al entorno natural de la localidad, Venta del Moro cuenta con ricos parajes gracias a su cercanía con el río Cabriel, en torno al que además se han desarrollado diversas empresas de turismo activo que ofrecen la posibilidad de practicar deportes de aventura como rafting, descenso de barrancos, piragüismo o escalada. Los visitantes menos aventureros también podrán optar por realizar actividades como trekking o rutas a caballo por la zona.
En cuanto a su economía, es posible afirmar que esta se encuentra íntimamente vinculada con la agricultura, principalmente el cultivo de la vid, especialmente la variedad bobal, autóctona de esta comarca valenciana. Otros cultivos importantes en el municipio son el almendro, el olivo y el cereal. En el pasado la ganadería fue también una parte esencial para el desarrollo de este municipio, ya que Venta del Moro se encuentra en un enclave en el que confluyen rutas trashumantes que conectaban los pastos manchegos y mediterráneos. No obstante, en la actualidad este sector ha quedado reducido a un escaso puñado de rebaños de ovejas, cerdos y gallinas. Además, un sector pujante en la localidad es el vinculado con el turismo rural, prueba de ellos es que han proliferado en el entorno numerosas empresas dedicadas a este sector que ofrecen a los visitantes conocer y disfrutar del enclave natural de Venta del Moro.
En relación a sus fiestas, en el calendario de festejos del municipio destaca la celebración de los mayos, que se desarrollan la noche del 30 de abril y cuentan con una tradición muy arraigada en el pueblo. Asimismo, la primera quincena de agosto se desarrolla la semana cultural y de la juventud durante la que se suceden diversos eventos culturales y de ocio. Las fiestas patronales tienen lugar entre el 5 y el 10 de agosto en honor a la virgen de Loreto.