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San Antonio de Requena
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Se trata de una de las 25 pedanías que componen el municipio valenciano de Requena. Estos pequeños núcleos de población cuentan con un origen bastante antiguo, pero sería a partir del siglo XVIII cuando la población rural de las pedanías aledañas a Requena se dispararía motivada por una floreciente industria vitivinícola. Este crecimiento terminó de afianzarse durante el siglo XIX y hasta las primeras décadas del XX. Como prueba de este vertiginoso crecimiento de la población rural es que los habitantes de las aldeas llegaron a superar a los que vivían en la urbe de Requena -12000 frente a 8500-, situación que se ha revertido en la actualidad, como resultado del masivo éxodo rural vivido a mediados del siglo XX -4000 censados en las diferentes aldeas, frente a los 16000 vecinos de Requena-.
En el caso de San Antonio se trata de una de las aldeas dependientes de Requena con mayor historia. De hecho, existen documentos datados en el siglo XV que hacen mención a la ermita del pueblo. La construcción de la carretera de las Cabrillas y la posterior llegada del ferrocarril motivó un importante crecimiento poblacional y un desarrollo progresivo del casco urbano de San Antonio, que terminaría absorbiendo la vecina aldea de Turquía, que se situaba al oeste de la población. En la actualidad el pueblo cuenta con cerca de 2000 habitantes, lo que lo convierte en el tercer núcleo con mayor población de todos los que componen el municipio de Requena.
Entre los lugares de interés de esta pedanía sobresale la iglesia de San Antonio, construida para reemplazar la iglesia original, construida en el siglo XV. El edificio primitivo fue objeto de diferentes rehabilitaciones a lo largo de su historia, hasta que en 1960 se decidió derribar el templo para sustituirlo por este edificio religioso de construcción moderna que, sin embargo, conserva la torre campanario de la iglesia anterior. Entre la arquitectura civil de San Antonio llama la atención el Teatro García Berlanga, construido en 1914 y cuya rehabilitación, acometida en 2007, ha servido para impulsar la vida cultural del pueblo.
Al igual que sucede en muchos municipios del entorno la actividad económica en San Antonio gira en torno a la producción vinícola. Motivadas por la riqueza de sus viñedos han nacido en esta aldea tres empresas bodegueras y una cooperativa de viticultores que se ha convertido en una de las más importantes de toda la comarca.
Con respecto a las festividades de San Antonio, los vecinos celebran sus fiestas patronales a mediados de junio en honor a San Antonio de Padua con una semana en la que se alternan actividades que van desde los pasacalles hasta las verbenas populares. Asimismo, otra de las fechas marcada en el calendario de los vecinos de esta pedanía es el día 17 de enero cuando el vecino más anciano enciende una gran hoguera en honor a San Antonio Abad, una celebración que culmina con una cena vecinal.