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Paraje del Salto de la Novia
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Se trata de un espacio natural perteneciente al municipio castellonense de Navajas. En él encontramos la cascada del Brazal, de 60 m de altura, en el cauce del río Palancia y frente al que se extiende el monte Rascaña.
Este paraje natural de gran belleza y gran atractivo turístico para la zona tiene una leyenda popular: hace años existía una tradición de decía que cuando dos novios querían casarse, para demostrar su amor, tenían que pasar una prueba. Debían acudir a este lugar y, delante de todo el pueblo, en la parte más estrecha del río, la novia debía cruzar su cauce de un solo salto, lo cual era entendido como un símbolo de felicidad para el futuro matrimonio y se demostraba la fidelidad.
En caso de no lograrlo, se consideraba que el matrimonio no se podía llevar a cabo, y ellos mismos, ante la creencia de que este sería desgraciado, rompían su compromiso. La leyenda cuenta, además, que una chica, al intentar cruzar el río, erró en el salto y cayó a un remolino. El novio, intentó salvarla sin éxito, quedando los dos atrapados en el remolino y desapareciendo bajo las aguas, para aparecer posteriormente el cadáver de la pareja. Se dice que en las noches de luna llena, se puede escuchar un canto dulce y triste de lamento por la muerte de estos dos enamorados.