Se trata de una rambla de pequeño tamaño localizada en una zona árida y de escasa vegetación que se encuentra rodeada de amplias extensiones de cultivo y de matorral. Cuenta con especies arbóreas de pequeño tamaño, entre las que abundan los arbustos y especies palustres que se extienden en el fondo del accidente fluvial, así como por sus paredes. También se observan suelos desnudos y afloramientos rocosos. La rambla posee un carácter estacional y durante buena parte del año su cauce puede permanecer totalmente seco. En las proximidades de este entorno encontramos una serie de barrancos, entre los que destacan los de Cabrera, Satarra y Reboll al oeste. Comunican con la rambla, que los de agua cuando cuenta con el caudal suficiente.
Asimismo, la rambla se encuentra atravesada por un viaducto de tres arcos que cuenta con una arquitectura muy similar a la del resto de puentes que pertenecen a la extinta línea de ferrocarril. Gracias a este viaducto el tren podía sortear este escarpado entorno para llegar hasta su destino.