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Lledó
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Otro de los pueblos bañado por el río Algás es Lledó, uno de los municipios más pequeños de la Comarca de Matarraña. Situado en una colina a 458 metros por encima del nivel del mar, su ubicación permite a los que se acercan a la zona disfrutar de unas impresionantes vistas de los puertos de Beceite.
Desde la antigüedad ha estado habitado por distintas culturas, como puede comprobarse por la aparición de restos arqueológicos que se conservan de época ibérica en toda la comarca del Matarraña y las comarcas limítrofes (Terra Alta, Bajo Aragón-Caspe…)
Durante la reconquista, este municipio quedaría entro de la encomienda de Calaceite y en 1205 la orden de Calatrava entregó el pueblo junto a las localidades de Calaceite y Arens de Lledó a Rolando de Cambrils y Dalmacio de Canyelles para repoblar el territorio, pasando al obispo de Tortosa, jurisdicción bajo la que se mantuvo has el siglo XV.
Su curioso emplazamiento hace que el pueblo se halle sobre un terreno algo abrupto, estructurándose en forma de ladera. Algo que queda poderosamente de manifiesto cuando se visita su Plaza Mayor, compuesta por distintos niveles. En esta plaza se distribuyen algunos de los edificios más importantes de la localidad, como la casa consistorial, que alberga en su interior una lonja o la Iglesia gótica del Santiago Apóstol, construida en el siglo XIV. En la zona también existe un castillo de época medieval que perteneció a la encomienda de Calaceite y una pequeña ermita dedicada a Santa Rosa de Viterbo.
Los amantes de la naturaleza podrán disfrutar de la Vía Verde Val de Zafán, que inicia su recorrido en una antigua estación abandonada, una infraestructura que ha dado mucha vida al municipio, ya que se trata de un buen reclamo para atraer senderistas.
Lledó se ha dedicado históricamente a la actividad agropecuaria, sector que sigue teniendo gran importancia en la economía de la localidad. En las casi 1000 hectáreas dedicadas a tierras de labor crecen olivos, almendros y otros frutales.
Las Fiestas patronales de Lledó son el 4 de septiembre, en honor de Santa Rosa de Viterbo y el primer sábado de junio se celebra una romería en los alrededores de la Ermita.
Por último cabe destacar dos curiosidades de Lledó: una encina muy famosa en la zona que tiene una envergadura de 11 metros con una copa de más de 20 metros de diámetro y los llamados tolls, pozas que se utilizan como piscina natural durante el verano.