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Foz
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Se trata de un municipio ubicado en la provincia de Lugo, perteneciente a la comarca de La Mariña. El origen de su nombre, que proviene del vocablo latín fauce, hace honor al abrupto e impresionante paisaje que conforma el río Masma en su desembocadura en el Cantábrico en esta localidad y que supone uno de los principales puntos de interés de la zona. Los castros hallados en las inmediaciones del municipio prueban que se trata de un entorno que existieron asentamientos humanos mucho antes de que los romanos habitasen Hispania. De hecho, los estudios arqueológicos creen que el origen de la localidad de Foz se remonta al periodo de los tartésicos. Ya en el siglo IX el municipio logró adquirir una importante notoriedad en la zona gracias a que la sede episcopal de San Martiño de Mondoñedo se instaló en sus inmediaciones durante más de dos siglos. Asimismo, el desarrollo del comercio a través del puerto de Foz sirvió para impulsar el desarrollo social y económico de la localidad, que se convirtió en uno de los astilleros más importantes del litoral gallego. A pesar de que a día de hoy la actividad vinculada con el puerto y los oficios ligados a la pesca han decaído, aún permanece en esta localidad su impronta marinera que, de hecho, le otorga una personalidad propia.
El pueblo de Foz está integrado por un total de nueve parroquias entre las que suman más de 10.000 habitantes. Entre el patrimonio arquitectónico del municipio destaca la iglesia de San Martiño, que constituye la catedral más antigua que se conserva en España. El templo original fue construido en el siglo VI y era de estilo prerrománico gallego. No obstante, el aspecto actual de la parroquia data de los siglos IX y XII, cuando se acometió una importante remodelación del templo. Como ya se ha comentado, durante dos siglos y medio fue sede episcopal de San Martiño durante los que habitaron entre sus muros más de una docena de obispos, hasta que la sede episcopal se trasladó a la vecina localidad de Mondoñedo –que debe su nombre a dicha sede–. En el interior de la iglesia de San Martiño es posible encontrar pinturas realizadas entre los siglos XIV y XVI. Otro de los puntos esenciales en esta localidad gallega es el yacimiento del castro de Fazouro –declarado Bien de Interés Cultural–, que se ha datado en torno al siglo II d.C y en el que también han sido hallados objetos cerámicos y monedas de la época. Esta primitiva construcción contaba con un foso y un recinto fortificado, así como otras edificaciones interiores entre las que es posible distinguir hasta nueve viviendas. Sin embargo, su cercanía a la playa de Arealonga ha provocado que parte del yacimiento haya sufrido la acción erosiva del mar y el viento.
En las inmediaciones de la localidad las numerosas rutas senderistas permiten conocer la montaña de Frouxeirá, que cuenta con una altura de más de 420 m y en la que además es posible toparse con la extinta fortaleza del Mariscal Pardo de Cela, de la que hoy se conservan sus restos arqueológicos y desde la que es posible obtener una panorámica privilegiada del entorno. No obstante, si hay un enclave natural que supone un verdadero atractivo para atraer a los visitantes hasta esta localidad, son sin duda las nueve playas de arena blanca y fina que se encajan en la escarpada costa de Foz y que dibujan un litoral con una extensión total de cerca de 25 km. La extraordinaria belleza de este litoral caracterizado por sus paisajes cargados de contrastes hace que cada vez sean más los turistas que se acercan a conocer este privilegiado entorno natural a orillas del Cantábrico.
En relación a las festividades del municipio, más allá de sus fiestas religiosas, llama la atención la celebración de la conocida como Fiesta Normanda, creada en 2011 y que tiene lugar desde ese año el último fin de semana de agosto. Durante esta celebración los vecinos de la localidad recrean las invasiones vikingas en el municipio.