Repartidos por toda la geografía de la península Ibérica, los descansaderos eran parte de las vías pecuarias que en el pasado sirvieron para la peregrinación del ganado entre unas zonas y otras de nuestro país en busca de los pastos más frescos. En estos puntos el camino se ensanchaba y permitía a los amplios grupos de ganado descansar durante su recorrido. Uno de estos descansaderos se ubica en el municipio de Gallegos, en la provincia de Segovia, y es parte del itinerario de la Cañada Real Soriana Occidental, una de las vías pecuarias más importantes de nuestro país y que ha sido un elemento clave para el desarrollo económico y social de municipios como este. En este entorno es posible toparse con una mayor densidad de descansaderos que en otras zonas del recorrido. La explicación a ello está en el lugar estratégico que ocupa esta localidad en las inmediaciones de amplias zonas dedicadas al esquileo de las ovejas. Además por este enclave discurren numerosos arroyos y riachuelos como, por ejemplo, el del Carbonero, el del Riacillo o el de Tollas, que conforman charcas y pozas de agua perfectas para dar de beber al sediento ganado durante su recorrido.