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Balazote
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Se trata de un municipio situado en pleno corazón de la provincia de Albacete que actualmente cuenta con cerca de 2.350 habitantes. Las evidencias arqueológicas halladas en las inmediaciones de la localidad han probado que la zona ha estado poblada desde hace miles de años. En las excavaciones llevadas a cabo en el término municipal de Balazote se han encontrado, sobre todo, elementos pertenecientes a la época íbero-romana. Entre estos vestigios destaca la escultura conocida como Bicha de Balazote, que ha sido datada en el siglo VI a.C. y que durante años fue considerada como una figura capaz de desviar las influencias maléficas del municipio. Actualmente se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional, aunque en el Museo Arqueológico de Albacete es posible conocer una reproducción. La Bicha de Balazote constituye, junto a la conocida Dama de Elche, una de las esculturas de origen íbero más importantes. Asimismo, en las proximidades de Balazote también ha sido hallado un Palacio Romano en el que sobresalen sus baños termales, así como sus mosaicos.
Esta localidad, cuyo nombre procede de la palabra latina palatium, que los árabes transformaron en balat, ha estado siempre muy vinculada históricamente con el municipio de Alcaraz. Dependió de su alfoz hasta que, a principios del siglo XIV, se donó a la Orden de Santiago, encargada de la reconquista y posterior repoblación cristiana de la zona. Tras esto, pasó a depender de Villanueva de la Fuente –hoy municipio perteneciente a la vecina provincia de Ciudad Real–. En este sentido, Balazote se encuentra ubicado en un punto estratégico ya que, a pesar de que su territorio está compuesto en su mayoría por extensas llanuras, en sus inmediaciones comienzan las estribaciones pertenecientes a la sierra de Alcaraz, razón por la que muchos la consideran como la puerta a esta alineación montañosa. Asimismo, supone un enclave fundamental para las relaciones entre Andalucía y el Levante español, por lo que siempre ha sido un territorio fundamental para ambas regiones.
Con respecto a la economía de Balazote, el principal motor de la localidad está vinculado con la agricultura, entre la que destacan las explotaciones de regadío –que normalmente es más habitual ver en las zonas del Levante de nuestro país–. Entre sus cultivos destacan la patata, el maíz y la alfalfa, aunque el municipio también es un importante productor de ajo que, además, supone uno de los componentes esenciales de su gastronomía tradicional.
En cuanto a los puntos de interés de la localidad, destacan fundamentalmente edificios religiosos como, por ejemplo, la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, que data del siglo XVI y en la que es posible encontrar elementos del vecino convento de franciscanas de Alcaraz como, por ejemplo, los retablos de origen barroco. Llama también la atención la ermita de Santa Mónica, ubicada en un cerro en las proximidades de la localidad. De la arquitectura civil tradicional de la zona se conserva aún el antiguo lavadero, localizado en la parte baja del municipio, y que durante muchos años se convirtió en un punto de encuentro principalmente para las mujeres de la localidad.
En relación a las fiestas de la localidad destaca la celebración en honor a San Blas, que tiene lugar en el mes de febrero; así como la tradicional romería de Santa Mónica durante la que los vecinos de Balazote se desplazan hacia el cerro en el que se ubica la ermita en honor a la patrona del municipio y en la que se desarrolla esta celebración.