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Acueducto Tajo-Segura
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El proyecto del trasvase Tajo-Segura comenzó a fraguarse durante la primera mitad del siglo XX y su objetivo fundamental era el de paliar la escasez de recursos hídricos del sureste de nuestro país. No obstante, no sería hasta 1968 cuando finalmente se llevase a cabo la construcción del acueducto que debía trasladar el agua desde el río Tajo hasta el Segura. Sin embargo, el acueducto no comenzaría a explotarse hasta 1981. A través de esta infraestructura se une el embalse de Bolarque, ubicado en el cauce del Tajo, con el de Talave, perteneciente al río Mundo, que a su vez es afluente del río Segura, a través de esta conducción que posee unos 242 km de longitud. Hoy en día esta infraestructura ideada para suministrar agua a la árida zona del sureste de nuestro país, sirve también para proveer de agua al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel que, por tanto, reciben también parte de sus aguas del caudal del tajo. Asimismo, está previsto que mediante este acueducto Tajo-Segura también sea posible abastecer otras zonas de la región manchega en las inmediaciones de la cuenca del Guadiana, un territorio castigado por la escasez de precipitaciones.
En cuanto a la administración de este acueducto, a día de hoy es la Confederación Hidrográfica del Tajo la encargada de la gestión técnica y económica de la infraestructura hidráulica en la parte que corresponde al tramo de conducción que va desde el río Tajo hasta el desagüe en el embalse de Talave. No obstante, es la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura la responsable de la supervisión y control eficaz del régimen de explotación del Trasvase Tajo-Segura.