Resumen: El autor empieza con la constatación de un antiguo prejuicio, profundamente enraizado en la mentalidad sociológica, como es el carácter tradicionalista y, por lo tanto, reaccionario del campesinado como clase; esta mentalidad obstaculizaría considerablemente la necesaria modernización de las estructuras sociales. Ante este prejuicio, en opinión del autor imputable al origen urbano y a la separación real de los especialistas con relación al entorno estudiado, se revisa en este trabajo los recientes movimientos revolucionarios del campesinado, una perspectiva que se aborda mediante el análisis bastante meticuloso de un número importante de teorías actuales. También se distinguen y evalúan el papel real del campesinado, sus orientaciones ideológicas, la naturaleza de los conflictos y, en concreto, la influencia de la actitud de las organizaciones internacionales especializadas y sus resultados teóricos y prácticos, casi siempre desde una posición de preferencia por un compromiso, aunque con la necesaria objetividad.