Resumen: En una reciente intervención, el Director General de la Organización Mundial del Comercio (OMC), haciéndose eco del sentir general, consideraba dudoso que la Ronda Uruguay de Negociaciones Comerciales Multilaterales hubiera podido terminar con éxito sin un Acuerdo Agrario ambicioso, y constataba que ningún otro tema objeto de negociación había levantado tantas pasiones entre los ciudadanos, no sólo en Europa sino en todo el mundo. Si en la fase de negociación era importante lograr el Acuerdo Agrario (AA), en la nueva etapa que se ha abierto con el lanzamiento de la OMC, es importante asegurar el equilibrio de derechos y obligaciones alcanzado y, dado que los compromisos relativos a la agricultura encierran una complejidad técnica considerable, la vigilancia de su cumplimiento por parte de todos los signatarios es fundamental, yendo en ello la credibilidad del sistema. A esta función de supervisión y al proceso establecido para hacerla posible se va a dedicar el presente articulo.