Resumen: Las crecientes necesidades de madera y el hecho de que las especies, calidades y dimensiones que de la misma, hoy día, el mercado exige, son distintas a las de hace medio siglo, podría justificar el cambio radical en el concepto de la ordenación de montes maderables. Cambio que, por otra parte, ya se está efectuando. Del análisis de una serie de montes de Utilidad Pública se deduce que las extracciones de madera de un monte ordenado resultan prácticamente triplicadas al compararlas con las producciones del mismo antes de ordenar. Dado que, por lo general, los montes que han sido ordenados pertenecen a las mejores calidades, se estima, con criterio conservador, que los restantes montes de Utilidad Pública duplicarán su producción al ser ordenados. Con ello las extracciones de madera procedentes de los montes de Utilidad Pública podrían pasar de 1,96 millones de metros cúbicos (1964) a 3,15 millones cuando esté ordenada la totalidad de dichos montes. En el «Pinar de Navafría», tomado como ejemplo y del que se dispone de datos desde que fue ordenado, en 1895, se puede seguir con exactitud la marcha que ha efectuado la masa del mismo en busca del deseado monte normal, de acuerdo con el tradicional concepto de ordenación. Dicho pinar ha experimentado una espectacular mejora durante el tiempo que lleva ordenado y está ya muy cerca de alcanzar el estado normal.