Resumen: El trabajo trata de poner de manifiesto, a través de índices y datos estadísticos, cómo en la región andaluza aparecen muchos de aquellos signos que caracterizan las regiones de economía agraria en que impera la concentración de la propiedad rural. Si bien la conclusión es optimista como consecuencia de la natural fertilidad de muchos de los suelos de Andalucía, de la benignidad del clima y la abundancia de población, cuya capacidad cultural está prácticamente ociosa. De aquí, concluye el autor, la necesidad de una intensa campaña de formación profesional y extensión agraria, unida a unas medidas que permitan y faciliten la creación de una clase media agrícola en unidades familiares de explotación económicamente viables en el seno de una sociedad industrializada que absorba el excedente de la población agrícola.