Resumen: En la década de los cuarenta se asiste en todo el país al florecimiento pseudo-teórico de todo lo que supone y significa la vida rural, sus costumbres, hombres, cualidades y virtudes, etc. con relación a la existencia defectuosa y criticable en las ciudades e industrias. Por otro lado, desde 1945 la evidencia es que las fórmulas agraristas nunca han ido jamás más allá del alcance testimonial y meramente propagandístico del Régimen, porque ya desde 1941 la opción de la industrialización (creación del INI) fue adoptada al menos desde el punto de vista político por la altas instancias, al que se le asigna el papel ambicioso y despreciable de obtener para toda la economía española un nivel de desarrollo y progreso parecido al de los países más avanzados.